Sociedad

Yo, Leonor

En ese colegio de internos ricos al que voy se come como si fuéramos descargadores de muelles

Bueno, pues ya estoy con los padres, a ver qué nos depara la Navidad, que en esta familia todo son alegrías. Aquí no se pueden pasar unas fiestas normalitas, qué les voy a contar a Vds. Yo me vine de Gales el otro día y ha dicho la prensa que estoy más rellenita. Hombre, si me estoy poniendo de tocino de ese gordo del desayuno hasta las manillas, cómo no me voy a encalomar kilos en los alto. En ese colegio de internos ricos al que voy se come como si fuéramos descargadores de muelles. Que me ha visto Altibajos al llegar y me ha espetado «Cariño, ya te dije que fueras muy estricta con tu dieta y que te alimentaras equilibradamente. Tendremos que volver a las viejas costumbres de la comida en Palacio». El término lasviejascostumbresdelacomidaenPalacio incluye a diario sopa verde y un gallo de ración sin una gota de aceite. Y con eso ya tiras todo el día. Y sin alegrías para el cuerpo. Y yo ya no puedo porque en ese internado para ricos me he acostumbrado a no quitar pelusas, ni limpiar el polvo, ni contar calorías. El caso es que vamos a ver cómo llevamos las fiestas que está el yayo que si viene que si no viene y tiene al personal de los nervios. Yo, que tengo vocación clarísima de exiliada, estoy tomando buena nota de cómo montármelo cuando me vaya. Ojo, que ahora estoy ensayando bastante y me noto muy borbónica, muy de pasármelo teta sin que me lo tengan que pedir dos veces. Aun así, soy una aficionada. Mira Amalia de Netherlands, que se ha montado una fiesta de cumpleaños durante su año sabático y saltándose las restricciones de su país. Que se ha tomado un año de descanso a los dieciocho, amigas, ¿se puede ser más diosa? A ver si el 28 le digo a nuestrohijoFelipe que me tomo un descansito, hombre.

¿Les ha gustado la felicitación navideña de mi hermana So y mía? ¿A que parecemos las Hermanas Hurtado? Mi So ya sin aparato de los dientes ni nada. A Altibajos se le van a subir las cejas al nacimiento del pelo, pero por lo demás estamos adorables. Me voy, que hay dos magdalenas esperándome.