Política

Yolanda..., del covid, ni hablamos

La principal línea de acción de Yolanda Díaz pasa por configurar una alternativa electoral a la izquierda del PSOE

V amos camino de dos agotadores años con la maldita pandemia del Covid colada en nuestras vidas y en este tiempo hemos visto de todo, desde ciudades fantasma bajo el estado de alarma, pasando por la tragedia en las residencias de ancianos –esto más leído y escuchado que visto dicho sea de paso–, las mascarillas, los geles, las vacunas y el terrible sacrifico en una economía golpeada con auténtica saña por el virus. Pero lo que menos hemos visto –y esto hasta tendrá su parte de mérito– es el mismo nivel de implicación y de paso de calcinamiento político en la parte podemita del gobierno, a veces protagonista de atronadores silencios, a la hora de situarse en la primerísima fila de lucha contra la pandemia, con todo lo que conlleva de sacrifico electoral y en contraste con una parte socialista del gobierno con Pedro Sánchez a la cabeza, a la que no le ha quedado otra salida que asumir ante los españoles su responsabilidad de aciertos o errores, muy probablemente con reflejo en las urnas cuando toque.

Cualquiera puede recordar al ex líder de Podemos Pablo Iglesias anunciar a bombo y platillo desde su condición de vicepresidente, que asumiría el mando único de la gestión frente al azote del Covid, para dar paso a una sucesión de posteriores incomparecencias solo proporcional a la tragedia que se llevaba miles de vidas de ancianos. Ahora la canción parece ser la misma entre los socios de gobierno, uno agazapado con la vicepresidenta Yolanda Díaz a la cabeza en permanente precampaña electoral y proceso de creación de una plataforma de izquierdas que marida poco con esto de arremangarse bajo los focos contra la nueva ola vírica y el otro sufriendo todo un chaparrón de críticas de todos los colores tanto en el Parlamento –incluidos socios de legislatura– como en el ámbito científico a propósito de una imposición de las mascarillas en espacios exteriores calificada de «ridícula» y de «contraproducente» entre otras lindezas.

No deja de ser cierto que Yolanda Díaz en su faceta de responsable de trabajo ha tenido ya bastante con las negociaciones sobre la «reforma» de la reforma laboral, pero también lo es que su principal línea de acción pasa por configurar una alternativa electoral a la izquierda del PSOE para la que no se desaprovecha ni un ápice de la potencia de tiro que supone estar en el ejecutivo y en eso –claro está– no se incluye mojarse mas de la cuenta en lo relativo a la pandemia. Son más rentables las inauguraciones de AVE y las «sentadas» de precampaña. Del covid, ni hablamos.