Cultura

«Felices Pascuas, bibliotecaria»

Hallados después de 22 años, dos cuadernos de Darwin que fueron robados de la Universidad de Cambridge

Esta semana, el ambiente en la Biblioteca de la Universidad de Cambridge ha sido festivo. Más de 22 años después de su sustracción, dos cuadernos que pertenecían al mismísimo Charles Darwin han sido devueltos. Es más, están en perfecto estado y según la bibliotecaria, Jessica Gardner, sin apenas signos de manipulación ni daños.

Para la Universidad de Cambridge se trataba de un valioso legado, pues en esas libretas, Darwin bocetó su icónico «Árbol de la Vida» de 1837 y apuntó las ideas que más tarde publicó en «El Origen de las Especies». «Puede que sean minúsculos, del tamaño de una postal, pero el impacto de los cuadernos en la historia de la Ciencia y su importancia para nuestras colecciones de categoría mundial no es sobredimensionado», ha explicado aliviada Gardner.

Se esfumaron en el año 2000, durante una sesión fotográfica. Inicialmente asumieron que se habrían archivado mal entre los 10 millones de piezas. Siguieron buscando hasta que en 2020 los dieron por robados y la bibliotecaria organizó una investigación internacional, esta vez en colaboración con la Policía de Cambridgeshire y la Interpol. Dos años después, los ha recuperado.

Sin embargo, el misterio de quién ha devuelto los manuscritos o dónde han estado estas dos décadas sigue sin resolverse. En los pasillos de la majestuosa biblioteca se barajan numerosas teorías: desde un coleccionista arrepentido a los herederos del ladrón original, pasando por un catastrófico descuido... Incluso barajan la intervención de un investigador privado, quien al estilo Sherlock Holmes ha localizado los cuadernos y los ha retornado sin vanagloriarse.

El caso es que los hallaron en el suelo, en una zona pública de la Biblioteca, en la cuarta planta de la torre de 17 pisos. Curiosamente, una de las pocas zonas sin cámaras de seguridad. En el interior de una bolsa de regalo rosa fucsia se encontraba la caja original en la que estaban archivados los cuadernos de Darwin. Al abrirla, un sobre de papel kraft con un mensaje impreso. «Felices Pascuas, Bibliotecaria». Se despide con la letra «X», que en inglés sirve para simbolizar «un beso». Y por fin, recubiertos por papel film, los manuscritos que han devuelto el sosiego a la Universidad de Cambridge.