Defensa

Dos tercios de los españoles elogian el papel de las Fuerzas Armadas

Siete de cada diez ciudadanos consideran que nuestros militares tienen una gran cualificación

Lorente Ferrer

En el supuesto de que España fuera atacada militarmente el 39% estaría dispuesto a participar voluntariamente en la defensa del país, según el barómetro del CIS monográfico número 13 de septiembre de 2017 sobre la Defensa Nacional y las Fuerzas Armadas.

Nuestro país adoptó hace ahora dos décadas suspender temporalmente el servicio militar y sustituirlo por un ejército profesional. Por lo que España se encuentra entre las naciones que cuenta con una fuerza permanente y altamente especializada que permite la defensa nacional sin tener que depender de la participación voluntaria del personal civil.

No obstante, en caso de requerir movilizar más recursos humanos, además de reactivar el servicio militar obligatorio, la Ley de Seguridad Nacional contempla la «militarización» de toda la población civil en edad de prestar el servicio castrense, más allá de los que deben incorporarse al servicio militar obligatorio.

Ucrania es un claro ejemplo del desenlace de una coyuntura de esas características. Kiev ha declarado la movilización general de todos los hombres entre 18 y 60 años, prohibiendo expresamente su salida del país con el fin de que no puedan eludir su obligación para con la patria.

En este estudio el CIS pregunta a los españoles si se sacrificarían o arriesgarían su vida por su patria, nación, país. El resultado nos muestra una España manifiestamente dividida. Mientras que el 44,6% afirma que sí, otro porcentaje similar, el 47,1% manifiesta que no.

Continuando con el barómetro del CIS, llegamos a un dato muy de actualidad. Entre los riesgos y amenazas que pueden afectar a la seguridad de España, los ciudadanos señalaban hace cuatro años a cuatro que nos afectan hoy en 2022: la proliferación de armas de destrucción masiva, la dependencia energética, un conflicto armado y el espionaje. Un resultado verdaderamente visionario sobre el presente.

Con el empoderamiento de los socios de Sánchez a partir de junio de 2018, el CIS puso fin a estudios «incómodos», como este de la defensa u otros sobre lo que piensan los españoles sobre la inmigración ilegal y los problemas que acarrea, que pondrían en serio aprieto al pensamiento único o de «corrección» política, que anestesian a la sociedad y amordazan el pensamiento crítico.

Que el 67,4% de los españoles justifique que el Gobierno de la nación ordenase una acción militar ante una invasión del territorio nacional es inasumible para el pacifismo oficialista.

¿Hay que entregar Ceuta, Melilla, los peñones del Mediterráneo y las Islas Canarias en aras de la paz? Estos territorios españoles están poblados por 2,4 millones de españoles, y son de soberanía española desde finales del siglo XV, en la misma época de la reconquista de Granada.

Big data
Big dataAntonio Cruz

Con respecto a lo que piensan los españoles del futuro de los ejércitos, no hay duda. El 62,3% afirma que seguirán siendo necesarios para mantener la paz, la seguridad y la defensa. Mientras que un 17,2% desconoce su naturaleza y los relegaría a atender exclusivamente calamidades y llevar ayuda humanitaria. Otro 7,6% aún más ingenuo considera que su labor futura será la de actuar como una policía internacional. Y los antimilitaristas, que son el grupo más minoritario con el 5,5%, opina que terminarán desapareciendo.

La opinión de los españoles hacia sus Fuerzas Armadas es buena o muy buena para prácticamente dos terceras partes. Concretamente, para el 65,1%. Solo el 8% tiene una imagen mala o muy mala y el 21,3% la tiene regular.

La sociedad española confía en sus Fuerzas Armadas, a las que mayoritariamente cree muy o bastante capacitadas profesionalmente para cumplir eficazmente su labor. Son el 70,6% de los españoles los que opinan así. Frente al 14,3% que las considera poco o nada capacitadas.

La cumbre de la OTAN en junio, a la sombra de la invasión rusa de territorio europeo, será el marco idóneo para sellar el compromiso de dos de las cinco grandes economías de Europa con la defensa; Alemania y España, que no alcanzan el 2% de su PIB en inversión en esta materia, dejarán de ser una anomalía.