Podemos

Partido de la gente a la que se le va la olla

Podemos es un partido que en general llega tarde, que defiende una ideología que ya se ha comprobado que no funciona y que quiere hacer una transición que hace tiempo que está hecha.

Notas del 9 de mayo, bajo el nombre de ‘Por Andalucía’ iban a concurrir Podemos, Izquierda Unida, Más País, Equo, Iniciativa por Andalucía, El Papi que vendía papas en la playa de El Buzo y la comparsa de Tarifa. Podemos no ha podido inscribirse porque las criaturas mandaron tarde la solicitud para pedir el voto para luchar contra el estereotipo del andaluz informal.

Al extremo derecho del arco político en Españita se le llama la extrema derecha, pero al extremo izquierdo se le llama la izquierda de la izquierda, porque la izquierda en España no tiene extremo.

Alguien pregunta cómo van a gobernar un país si no llega a tiempo de mandar la inscripción. Al PP le pasó con la votación aquella: querían decidir los designios de España y aquel hombre no sabía darle a un botón.

Podemos es un partido que en general llega tarde, que defiende una ideología que ya se ha comprobado que no funciona y que quiere hacer una transición que hace tiempo que está hecha.

Entiéndase que en Andalucía después de la Feria de Sevilla pasan unos días en los que no sabe uno ni en qué año vive. Allí las horas pasan más lentas. Hay hora de Greenwich, hora Zulu y hora taberna Casa Manteca, “Hola, Tomás qué tal estamos, te he echado de menos. Me vas a poner un papelón de mojama de Barbate y una cervecita bien fría que vengo seco”. Y a veces, uno está en el mundo de una manera que si uno no llega a tiempo, lo que está mal es la hora.

Vengo a reivindicar al que llega tarde a sus citas, al que devolvía la película en el videoclub y solo llevaba la caja, que era yo. Al que iba a pescar sin caña de pescar como me pasó a mí un día. Un partido comunista a mí me parece una antigüedad. A ver si montan un Partido de la gente a la que se le va la olla y no se acuerda de lo que tenía que hacer. Yo les votaría.