Política

Tú volverás

«Por qué no te callas» habría que decir al Gobierno, imitando aquel gran momento junto al difunto Chávez

El Rey Juan Carlos se fue, muy «discretamente», a Abu Dabi, pero volverá, una vez que el Gobierno, como en la canción de Sergio y Estíbaliz, le ha dicho «toma tu vida y tu mochila», que aquí no se sabe todavía el equipaje ni el peso de las maletas de Delcy Rodríguez, pero todo lo que tenga que ver con el Rey padre es motivo de gran debate nacional: si viajó en avión privado, que por qué ha montado un circo (ya ven, un par de días de regatas y empanada y algún que otro resbalón) y falta por preguntar para cuántos días traerá muda el día que regrese.

«Por qué no te callas» habría que decir al Gobierno, imitando aquel gran momento junto al difunto Chávez, cuando toma el altavoz a dictar palabras entre la mala baba antimonárquica y su buena disposición ante los socios. Ha querido quedar como el primo de Zumosol, dispuesto a batirse con un anciano por tal de que asome el alma republicana del PSOE. Nadie gana a Don Juan Carlos como político de la vieja escuela curtido en batallas que harían soltarse la barriga al consejo de ministros. Su hijo es el mejor Rey, pero él, que pudo ser Corto Maltés, se muestra como un Popeye el marino sin espinacas porque ya ni sus bíceps ni su sistema digestivo digiere tanta fuerza.

Lo que tal vez no se esperaba con tanta claridad es que la que diera un golpe en la mesa para ahuyentar a los francotiradores fuera Isabel Díaz Ayuso, que se colocaba así en la primera línea del PP nacional por mucho que Sangenjo sea gallego y de Pontevedra como Feijóo, que quiso templar gaitas cuando su baronesa ya había sacado la trompeta.

Isabel Díaz Ayuso vuelve de alguna manera de su particular Abu Dabi. En los micrófonos de Alsina, puso firme a los de las diecisiete naciones y a los que pretenden que la monarquía sea un juguete, como el patito de goma con el que se bañan los niños, que se aprieta al antojo. Ayuso volverá a ser la chica sencilla que puede con todo el regimiento. Ayuso es la reina y, bien mirado, Juan Carlos I también tiene algo de tabernario.