El cuaderno

Sánchez y el jodido fumeque

Agotado el crédito, el CIS de Tezanos, el trifachito y lo de Franco, ahora Sánchez invoca unos poderes fácticos y mediáticos que lo quieren hundir y encima le echan el humo.

Notas del uno de julio, operación salida y vacaciones como las de antes. Después de tres años plantando cruces, es más que hora de plantar la sombrilla. Se viene el verano con barrunto de bocata de chorizo, tupper de filete empanado y rodaja de sandía contra el calor y la inflación.

El verano de verdad siempre fue austero porque en verano se trata de no necesitar nada. Esos lujos de hamaca, sundowner, champaña, reservado y bengala siempre me parecieron una deformación obscena del estío. Claro que uno puede darse sus lujos y una noche, de vez en cuando, pegarse un homenaje e irse a gasolina.

Agotado el crédito, el CIS de Tezanos, el trifachito y lo de Franco, ahora Sánchez invoca unos poderes fácticos y mediáticos que en su cabeza lo quieren hundir. El cuento va de que en contra de Sánchez trabajan cenáculos de Madrid con señores que fuman puros. Esto debe significar que mandan. ¿Por qué no señoras? ¿Acaso no conspiran las mujeres?

El puro siempre ha representado la imagen retórica del poder inexpugnable. Felipe fumaba los habanos de Fidel y Zapatero echaba un piti en el balcón de Moncloa y a hurtadillas en el baño del despacho como un jubilado de sí mismo.

Ahora los poderes fuman contra Sánchez… Yo creo que los que más se conjuran contra mi Pedro son sus votantes, pero la conspiranoia es el último recurso antes de admitir que el mundo es una porquería porque sí, porque lo es y hay que lidiar con ello. Si no votan al sanchismo, será porque no le votan, chico qué le vamos a hacer, no hace falta inventarse humaredas contra las que pelear. Oh, Sánchez, aire límpido, máquina de Ozono, filtro de partículas, siempre abriendo la ventana y sufriendo por un mundo sin el jodido fumeque. Antes la oposición le hacía el trumpismo y la ultraderecha y ahora le echan todo el humo. Así es que no se puede.