La política del PSOE de pedir el voto para Yolanda

Esta estrategia que han diseñado en Moncloa de pedir el voto para la coalición trae al PSOE de cabeza. Aquellos alcaldes y dirigentes autonómicos que se jugarán sus cuartos en las elecciones del próximo mes de mayo no entienden lo que están haciendo los sabios gurús presidenciales, ni por qué les sigue el líder socialista. O al revés. En Moncloa y en el partido comparten la idea de que para mantenerse en el poder necesitan los votos de la hoy vicepresidenta Yolanda Díaz. Pero de ahí a que la línea maestra de la estrategia sea tanto como poner en valor el liderazgo de Díaz, y señalarla como referente de la izquierda, hay un salto descomunal que desquicia a muchos dirigentes socialistas.

El presidente Pedro Sánchez está convencido, o le han convencido, de que para aspirar a seguir en Moncloa tiene que hacer que los españoles crean que se lleva estupendamente con su vicepresidenta Díaz. Pero claro, si no miden bien los términos, lo que puede ocurrir es que el mensaje que llegue a los españoles sea que el PSOE es un partido sin ambición y que casi está pidiendo el voto para sus socios de gobierno.

Las últimas declaraciones de Miquel Iceta, agasajando la valía de Yolanda Díaz, han actuado como la fuerza que ha abierto del todo la caja de Pandora dentro de la organización socialista. «De verdad que no entienden nada. ¿El mensaje es pedir el voto para que vuelva a haber coalición? ¿Ésa es nuestra ambición de cara a las elecciones?». Este interlocutor forma parte del PSOE manchego que se examinará en las próximas elecciones autonómicas, pero enlaza en su discurso con el que se puede escuchar en otras federaciones socialistas, en Aragón y hasta en Valencia.

«Si el sueño de Ferraz se limita a llegar al 30 por ciento, como mucho, quiere decir que el PSOE renuncia a ser el partido único y mayoritario de la izquierda», insiste el mismo interlocutor. Justo el mensaje opuesto al que está siguiendo Alberto Núñez Feijóo al frente del PP. Sánchez parece que pide el voto para Yolanda Díaz y para él, mientras que el jefe de la oposición ignora a Vox y a Cs y sólo lo pide para el PP. El tiempo dirá quién tiene más razón, pero hoy sí puede decirse que en el PSOE no entienden a los gurús de Madrid y recuerdan que Iceta, cuando fue candidato en Cataluña, «se quedó en el 13 por ciento de los votos». No pueden, que si pudieran, fuera de Madrid en el PSOE más de uno prohibiría la política nacional.