Mijaíl Gorbachov

La mitificación de Gorbachov

«Fue incapaz de mantener unido ese imperio y emprender las reformas que permitieran su supervivencia»

El proceso de mitificación que vivió la figura de Gorbachov es fascinante. Hemos decidido que hubo un plan maestro que le condujo a desmontar la Unión Soviética y asumir la superioridad de las democracias. El burócrata que había escalado en la jerarquía del PCUS hasta alcanzar el máximo poder se convirtió en el visionario que había acabado con la URSS. Era el discurso que le interesaba a Estados Unidos y a sus socios de la OTAN. La descomposición de los regímenes comunistas fue una de las mejores noticias del siglo XX, mientras que la victoria de los bolcheviques en la Revolución Rusa fue el comienzo de una tragedia marcada por más de cien millones de muertos. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, los soviéticos se quedaron con la Europa del Este y los aliados no tuvieron más remedio que asumir esa indignidad. Nunca me he creído la propaganda sobre el fallecido líder soviético, que Dios tenga en su seno, y creo que su incompetencia le llevó a asumir un papel que no es el que realmente perseguía. Sus reformas pretendían que todo siguiera igual, pero los acontecimientos le desbordaron. Al margen de las biografías hagiográficas, la autobiografía para justificar sus actos y su condición de líder visionario, y los ensayos que han rellenado los puntos oscuros, la realidad es que fue un político fracasado.

El 20 de abril de 1986 se produjo la catástrofe en la central nuclear «Vladimir Ilich Lenin», situada en Chernóbil, y la URSS se había metido en 1978 en el avispero afgano dando lugar a una guerra que se saldaría con una derrota y el total desprestigio de su aparato militar. Fueron factores determinantes, junto a otros, de la descomposición de la dictadura que lideraba Gorbachov. La economía era un desastre y existía la percepción de que el mundo occidental estaba ganando la partida. Gorbachov fue incapaz de mantener unido ese imperio y emprender las reformas que permitieran su supervivencia. Es algo que siempre le tendremos que agradecer. Mientras China sí fue capaz de conseguirlo, desafortunadamente, la Unión Soviética y el Bloque del Este saltaron por los aires. La inmensa mayoría del pueblo ruso no tiene ninguna simpatía por él y considera que se vendió a Estados Unidos. Nosotros le queremos y ellos le desprecian.