Sin Perdón
El acuerdo que necesitaba la Justicia
«El Estado de Derecho, que sufre numerosos ataques, ha salido reforzado»
Es difícil entender que alguien critique el acuerdo alcanzado para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). En primer lugar, están las interpretaciones sobre las razones que han conducido a que Sánchez lo haya aceptado. Lo razonable sería pensar que la presión europea es muy importante y que ha hecho lo que tenía que hacer. Una acción unilateral cercenando la independencia de los jueces hubiera sido un despropósito inimaginable, pero es lo que querían sus poco recomendables socios comunistas e independentistas. Les hubiera gustado un Poder Judicial sometido a sus caprichos e intereses partidistas. Otra opción es que buscara centrarse con la vista puesta en un adelanto electoral para que las generales coincidan con las catalanas si finalmente no hay investidura de Illa o Puigdemont. Es interesante constatar esa percepción generalizada en que existen unos intereses oscuros detrás de su decisión. En mi opinión no tenía otra salida, porque el acuerdo para la renovación es el mejor que se podía alcanzar hasta que se haga la reforma definitiva. Por otra parte, han acertado en el contenido de la proposición para modificar la Ley Orgánica del Poder Judicial y el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal.
A pesar de ello, han surgido, también, algunas voces críticas protagonizadas por los que no querían ningún tipo de acuerdo, ya fuera para perjudicar al PP o al PSOE. Es un tipo de patriotismo que no puedo entender. El Consejo no podía estar permanentemente en funciones y sin poder hacer nombramientos. Una cosa es estar unos meses en esta situación y otra muy distinta cinco años. Por tanto, el Estado de Derecho, que sufre numerosos ataques, ha salido reforzado. El siguiente paso es profundizar en el sistema de elección de los doce vocales que deberían salir de entre los jueces y magistrados sin que sean propuestos por los partidos. Es un modelo que se ajustaría mejor a la previsión constitucional y a lo que sucede en el resto de la Unión Europea con alguna excepción. El acuerdo recogido en la proposición de ley incluye aumentar la plantilla judicial y no modificar el sistema de acceso. Las propuestas de los comunistas eran muy inquietantes, porque quieren jueces políticos que sirvan a sus intereses. No quieren una Justicia independiente y eficaz, sino todo lo contrario.
Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).
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