Paloma Pedrero

Animales

La Razón
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Mi periódico, LA RAZÓN, está haciendo desde hace tiempo una labor muy hermosa: crear conocimiento en la sociedad de lo valiosos que son los animales. Es también un reconocimiento, una deuda que los prepotentes humanos tenemos con ellos y, en especial, con los perros. ¿Recuerdan ese dicho de «le trata como a un perro»? Pues por algo se dirá. Pero en mi vida los canes, y en especial mi perrita actual, han sido maestros. Y cuando pienso en mi forma de querer, me digo a mí misma que ojalá pudiera amar como me ama ella, la caniche gris que tengo a mi vera.

Nuestra prepotencia nos ha llevado a negarles el alma y el pensamiento, como se hizo con las mujeres en otros tiempos. Pero los animales nos han dado, y nos dan, lecciones de solidaridad y empatía muy a menudo. Y de paciencia siempre. Porque los humanos, violentos tantas veces, no hemos sabido cuidarlos, como tampoco a la naturaleza. Y nos insultamos llamándonos animales, cuando ya quisiéramos parecernos a ellos en nobleza y sentido común. ¿Saben que muchas especies que van en manada deciden democráticamente cuando hay que cambiar de rumbo? La manada no toma ninguna decisión concreta hasta que la mayoría lo acuerde. Los animales, por otra parte, nunca se unen en manada para divertirse haciendo daño, se unen para facilitar la búsqueda de alimento o defenderse de los depredadores.

Ellos son naturaleza y también nuestro sostén, y algún día tendremos que pedirles perdón por nuestra falta de percepción a su ser. O por llamar «animales» a nuestros peores humanos.