
Nacho Villa
¡Cuidado!

El madridismo no se engaña. Y después de la derrota el sábado en el Villamarín, hay que tomar nota. No es el momento para la crítica alocada. Es momento para frenar el carro y preguntar: ¿qué está pasando?
La respuesta no es fácil: teorizar sabemos todos y en momentos de dificultad, con más razón todavía. Ahora mismo, el Real Madrid lo tiene todo; cuando parece que se pone a funcionar, de pronto se para y todo se queda en un simple espejismo. Ya pasó en Manchester en la Liga de Campeones y ahora ha ocurrido en Sevilla contra el Betis.
¿Hay que ponerse nerviosos? ¡No! Hay que trabajar, afinar los resortes y ordenar las cosas. No se ha hundido el mundo. Pero hay que reaccionar. Con garra, inteligencia y estrategia. Y con la cabeza fría y profesionalidad. Nunca he ocultado la convicción de que Mourinho es el entrenador adecuado para un Madrid que tiene un vestuario complicado. Y mantengo esa convicción. Esta plantilla del Madrid necesita ganar una Liga de Campeones para cerrar un ciclo y quizá el empate con el City de la pasada semana ha hecho sentir a los jugadores que tienen los pies de barro. No me extraña. Pero es que esa realidad siempre ha sido así.
Los jugadores del Real Madrid necesitan conjurarse. Sabiendo que el entrenador que tienen es el adecuado, el mejor posible para el equipo, son ellos los que tienen que cambiar de actitud, con más entrega y sacrificio. Se acabó el tiempo de la especulación. Es el momento de demostrar todo lo que significa llevar la camiseta blanca.
✕
Accede a tu cuenta para comentar