Islam

Dislexia moral

La Razón
La RazónLa Razón

Se ha puesto de moda el velo. Las mujeres e hijas de ellos, porque las obligan a cubrirse el rostro. Lo de nuestros gilipollas nacionales, eso de taparse los ojos y no querer ver lo evidente, es voluntario. No hay peor tonto que el que se engaña a sí mismo y en España, abunda la especie. Hagan lo que hagan los terroristas islámicos, aparecen en tropel los de siempre, diciendo las memeces de costumbre.

No se trata sólo de mamarrachos como Willy Toledo o de tontarras como Alberto Garzón, quien ha salido en Twitter culpando de la masacre islamista en un club gay de Orlando al «heteropatriarcado». Peor hubiera sido, como han hecho tantas veces caporales de IU, aparatchiks de Podemos, mangantes universitarios, periodistas dicharacheros y faranduleros televisivos, a quienes los fanáticos que ellos justifican lapidarían, ahorcarían o tirarían al vacío desde una azotea por pecadores, que el flamante aspirante a ser nuestro próximo ministro de Economía hubiera soltado esa indignidad de: «Recogemos la violencia que sembramos». No me puedo creer que esta mezcla de dislexia moral y miopía intelectual se deba únicamente al agradecimiento, porque a estas alturas no debe quedarles ni un dólar de las decenas de miles que les remitieron los ayatolás desde el paraíso fiscal de Belice. Hay algo neurótico en sus contorsiones para no pronunciar la palabra Islam. Que lo haga el padre del asesino de Orlando, un chalado enamorado de los talibanes afganos, lo entiendo. Como comprendo que muchos dirigentes mundiales –del Papa Francisco al presidente Obama– jamás llamen a las cosas por su nombre, cuando condenan el espanto. Hablan de «horror» y salpican sus comunicados con términos como «abominable» o «inhumano», pero eluden referirse a la religión que profesaban los carniceros y obvian que disparaban gritando «¡Alá al akbar!».

La única excusa es que pastorean una grey muy amplia, están obligados a predicar la concordia y deben extremar las precauciones. A la espera de que Pablo Iglesias se sume al circo, me sigo preguntando qué coartada, subterfugio o pretexto se inventará ahora, para justificar que felicita su mes de ayuno a la comunidad musulmana en España y se mofa sin remilgos de la Navidad de los católicos. Tiene coña que el mismo profeta del laicismo que hace nada escribía en Twitter que «San José es republicano, la Virgen socialista y el niño que está en la cuna, marxista-leninista» suba ahora tuits donde proclama piadoso «Ramadan Kareem». Se estará preparando el de la coleta para lo que viene.