«El penalti»

Ay, el penalti. Qué bonito el penalti. Qué favor nos ha hecho Messi con el penalti. No se cómo hemos podido llegar hasta aquí sin el penalti de Messi. Que no es el penalti de Messi, que es el de Cruyff, y que como está malito, todo vale. Un homenaje. Qué maravilla, qué estupendo todo, qué majo es Messi. Qué penalti indirecto, oigan. Es que no se puede aguantar el penalti de Messi, que es para comérselo a Messi. Todo lo que hace Messi está bien. Incluido dejar en evidencia a esos dos comparsas que se pelean por salir en la foto. Por lo visto, uno de los comparsas tenía previsto tirarlo y otro se adelantó. Y le fueron al oído a Messi a decirle que el otro estaba gordo. Ay, qué divino todo. Pero como los del Celta no se quejaron, todo vale. No se quejaron públicamente, lo que les hace más grandes, porque en el campo, como se ha visto en los miles de minutos que las teles le han dedicado al penalti de Messi, se les ha podido observar cabreados como monas. Aviso a navengantes: si lo hace un jugador del Atlético de Madrid Sociedad Anónima Deportiva, tiro el abono al río. ¿Queda claro? Porque hemos pasado de criticar a Cristiano Ronaldo por cualquier cosa que hace (y mira que nos da motivos, que el muchacho es que no puede darnos más motivos a cada paso) a perdonarle todo a Messi. No, es que el buen fútbol es esto. Pues no cuenten conmigo en el buen fútbol si se trata de esto. De esta falta de valores a lo bestia, de esta carencia de las mínimas normas que nos enseñaron en el patio del colegio: nunca dos contra uno. Que puede que sea legal, pero que es imposible en mis códigos de vida. Y espero que fuera del universo Madrid Barça sea igual. Digo yo.