Carmen Enríquez

En nombre de la convivencia

La Razón
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Con firmeza y rotundidad, con toda la autoridad que le confiere su papel al frente de la nave del Estado, el Rey volvió a dejar claro ayer en Oviedo que España hará frente al intento de secesión de una parte de su territorio como no podía ser de otra manera.

En la misma línea que su discurso del pasado día 3 de octubre, sin salirse ni un milímetro de la responsabilidad que le otorga la Constitución, Felipe VI hizo una recopilación de todo lo que se ha conseguido en los 39 años de vigencia de la Carta Magna, la ley fundamental que rige la convivencia de todos los españoles. Porque si hubo una palabra que se repitió varias veces a lo largo del discurso de don Felipe en el Teatro Campoamor de la capital asturiana ésa fue la convivencia, sin la cual es imposible mantener la Concordia entre todos los españoles y con cuya ruptura es imposible construir cualquier proyecto de futuro.

El Rey Felipe VI y junto a él todos los españoles que respetan la Constitución fueron muy afortunados ayer al no sentirse solos sino más bien todo lo contrario, totalmente respaldados por las máximas autoridades de la Unión Europea. El triunvirato formado por el presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, el del Consejo Europeo, Donald Tusk y el del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, acompañados también por el presidente del Tribunal Superior de Justicia Europeo, formaron el más formidable apoyo a la legitimidad democrática que defienden el Jefe del Estado, el Gobierno español, y los partidos constitucionalistas. Como no podía ser de otra manera, ya que los objetivos de la Unión Europea son coincidentes con los de las autoridades españolas elegidas democráticamente en las urnas por los ciudadanos de nuestro país. Su presencia y sus palabras a favor de la concordia y en contra de los separatistas fueron calurosamente agradecida por el Rey Felipe en su discurso que guardó, por cierto un perfecto equilibrio, ya que dedicó dos terceras partes a subrayar el mérito de todos los premiados, y un 25 por ciento a hablar de la grave crisis política provocada por los secesionistas catalanes que siguen en su empeño de romper la convivencia entre los propios ciudadanos de la Comunidad Autónoma catalana.

Hay que decir que la gravedad de la situación política española fue dejada a un lado en algunos momentos de la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias gracias a las intervenciones de algunos de los galardonados. El discurso en tono de humor del representante de los Luthier arrancó más de una sonrisa e incluso la franca carcajada de los asistentes al acto del Teatro Campoamor. Entre otros, la cara de los Reyes reflejó de forma expresiva esa distensión que se volvió a producir con los miembros del equipo neozelandés de rugby. Los jugadores de los All Black, míticos deportistas de este duro pero noble juego, pusieron una nota de color en los Premios Princesa de Asturias.