María José Navarro

«Follower»

Hay un ser humano que ha batido un récord en Twitter, que en el fondo es una cosa intrascendente pero por la que suspira el personal. Adivinen. Efectivamente, no es un científico, no es un líder de opinión, no es un político, no es un actor, ni siquiera se trata de un «fake», que los hay y muy salaos en las redes sociales. El petardazo lo ha pegado el autodenominado guapo, famoso y magnífico jugador Cristiano Ronaldo, que lo ha petado con los «followers» y lo ha celebrado con esta frasecita: «Wow, he alcanzado los treinta millones de seguidores en Twitter, es increíble. Gracias a todos». Bueno, vamos a ver, está bien escrito, sin faltas de ortografía, y lo insertó en varios idiomas, que no es baladí. Le siguen en esta relación Kaká (sobre el que se escribió un tuit maravilloso cuando una vez marcó un gol con el Madrid que decía «parece que ya ha recuperado la tilde»), LeBron James, Neymar, Ronaldinho Gaucho y Wayne Rooney. Cuánta cosica junta en una misma lista, amiguitos. Desafortunadamente no sigo a ninguno y miren que ahí hay materia para dar y tomar.

Sin embargo, y a pesar de ser más del Atleti que el oso del escudo, rastreo de cerca a Marcelo, a Benzemá (impagables sus estilismos) y a Sergio Ramos, al que de vez en cuando le pido que me recomiende libros que esté leyendo. Y se preguntarán Vds. por qué sigo a toda esta gente tan dispar. Pues por la misma razón que sigo a Amaia Montero, a Rosana, a Pedro Ruiz y a Juan Carlos Monedero. Soy una mujer audaz, necesito de emociones fuertes y me gusta vivir siempre al límite. Y, sobre todo, porque soy muy mala persona.