Irene Villa

Gracias Bernabé

La Razón
La RazónLa Razón

«Los ojos son el espejo del alma, son el punto donde se mezclan los sentimientos, afectos y deseos; procura impregnarlos de amor y abraza a cada semejante cuando le mires. Deja a tu paso el mejor recuerdo de ti», decía mi querido y admirado Bernabé Tierno. Aún no puedo creer que ya no esté entre nosotros, pero sí quedará para siempre su mejor recuerdo. También su extensa obra, –más de 60 libros y 32 años consecutivos en la Feria del Libro–, sus sabias palabras, sus valores humanos, su optimismo vital... nos contagiaron su ejemplar filosofía de vida. Ser positivo, vivir el presente, ser coherente, cultivar mente y cuerpo, el sentido del humor, hábitos saludables... son actitudes que Bernabé nos transmitía para ser feliz pero también para reforzar la salud. Nos animaba siempre a «cambiar de chip» y dejar de quejarnos. «Quiérete, gústate, perdónate, sé feliz y procura que la felicidad no quede sólo en ti; que se derrame también sobre los demás: más feliz que los felices es quien hace a la gente feliz». Nos hiciste felices, contagiabas bondad, optimismo, voluntad y alegría de vivir, y por ello te estaremos eternamente agradecidos. Como bien decías, los sentimientos negativos contribuyen al envejecimiento prematuro. Te fuiste joven y afrontando la amputación de una pierna con humor, decidiste vivir como si la enfermedad no existiera y nos llenaste de optimismo y fortaleza a todos. Gracias por enseñarnos a vivir, y también a morir, me dice Loli, su viuda, ambas nos emocionamos: se ha ido rodeado de amor y lleno de paz. Gracias, Bernabé, por dejarnos tanto.