Rosetta Forner

Herodes doméstico

Un niño de tres años desaparece y luego es hallado muerto. Que la pareja de su madre tenga diferentes versiones, de momento, no augura nada bueno. ¿Es culpable? ¿Es inocente? De momento, solo el cielo lo sabe. Demasiados recuerdos amargos se agolpan en la memoria de todos: Bretón, entre otros. En su caso, el desamor le pudrió el sentido y mató a sus dos hijos para asestarle una puñalada en el alma a su ex pareja. Hombres y mujeres pueden ser presa del síndrome de Medea (matar a los hijos para castigar a la expareja). En este caso desconocemos si la pareja de la madre es culpable y si fue accidente o asesinato, o si es inocente. Empero, ante semejante drama, quiero incidir en la responsabilidad que, una mujer que es madre, tiene respecto de su hijo. Tener hijos con o dejarlos al cuidado de un Herodes es peligroso y puede ser letal. Por tanto, ninguna mujer que se sienta responsable de sus hijos, debería relacionarse con un hombre, del que desconoce lo que esconden sus recovecos y mazmorras psicológicas.

Hay mucho varón psicológicamente herido que descuida o maltrata a los hijos de su pareja: su psique intoxicada no brinda compasión a un menor inocente al que no tiene intención alguna de cuidar como lo haría un buen padre. Por consiguiente, antes de tener una relación comprometida con un hombre, toda mujer debería averiguar si es maltratador, asesino o un corazón bondadoso. Y, sobre todo, no dejar los hijos al cuidado de un «Herodes doméstico»: los niños no son coches que se aparcan en el garaje, ni tienen piezas de recambio. Cuando se le arrebata la vida a un niño, es para siempre: no se le pueden cambiar las pilas como a un muñeco. Demasiados casos de niños asesinados, maltratados, desaparecidos... Como sociedad hemos perdido el sentido de la decencia espiritual. Hoy los ángeles lloran lágrimas de imposible dolor por un inocente al que le han cortado las alas de vida.