María José Navarro

La flamenca

Aprovechen que una es especialista en remangarse en asuntos comprometidos de la actualidad y que deja aparte lo sustancial. Ni siquiera me he ocupado de Monago, pobre, con lo que soy de fan. A mí las tontunas, que es lo menos que puedo aportar desde mi indigencia intelectual. Hoy trataremos un espinoso tema: por qué usamos tanto a la flamenca del whatsapp. Cómo se les ha quedao el cuerpecito, eh. Hagamos un ejercicio de sociología barata, venga. Esto de los emoticonos (los caracteres estos que usamos para representar nuestro estado de ánimo) comenzó a principios de los sesenta cuando una compañía de seguros contrató los servicios de un creativo para que les hiciera un diseño que animara a la gente. Y de ahí vino el famoso smiley, hijos míos. Claro, la pregunta es cómo acabó en nuestros ordenadores y sobre todo en nuestros móviles. Pues fue en un foro. En el foro de una facultad de informática norteamericana en la que se empezaron a usar dos puntos un guión (porque al principio tenía nariz) y un paréntesis que servía para expresar felicidad o tristeza. Luego aparecieron los símbolos de amor, con el uso del número tres, que también tuvo mucho predicamento. Pero llegaron los emojis, entre ellos el de la famosa caca con ojos (absolutamente desconcertante), la cara con gafas de sol (que mi madre me manda siempre detrás de cada mensaje Hola, a qué hora llegas y zas, la carica con anteojos tintados) y la famosa flamenca. Pero, amigos, ¿qué significa la gitana? Y ahí es donde creo que hay que investigar. ¿Qué queremos decir cuando usamos la flamenca? Imposible si hay niños mirando. O igual podemos: Lo que significa enteramente es «¡Viva mi **** moreno!».