Ganadería

La puntilla

La Razón
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Vaya por delante que no me gusta que se maltrate a los animales, tengo «pets» (animales domésticos en Inglés), y algunos exhiben más humanidad que muchos seres humanos. La libertad de unos termina donde empieza la de otros. Por consiguiente, ¿quién tiene razón en el tema del toro de la Vega? Todos y nadie. Depende desde el ángulo que se quiera observar, a saber: para los «tradicionalistas», es algo «intocable» puesto que se trata casi de un rito iniciático que viene de muy atrás. Mientras que, a los «evolucionistas», el festejo se les antoja bestial, cruel y fuera de lugar. Todos tienen sus razones. A veces, las «tradiciones» mueren porque nadie las secunda, y mientras haya quien las necesite, ahí estarán. Pregunta para ambos (defensores y detractores): «¿Por qué y para qué quieren que permanezca o desaparezca el toro de La Vega?». Las corridas de toros son objeto de prohibición para los progres, cuando muchos de esos que defienden la vida del toro son pro aborto y pro eutanasia. No creo que matar a un toro en la plaza a manos de un torero sea «crueldad» o «asesinato». Es más, si matar a animales para el consumo de carne es «asesinato», deberíamos ser congruentes y volvernos todos vegetarianos. Aunque seguro que saldría alguien y diría que a la lechuga se la hace sufrir cuando se la mete en una bolsa de plástico.

Repito, no estoy a favor del maltrato animal, muy al contrario. Estoy a favor de la sensatez. En vez de ir unos contra otros, insultarse por no pensar igual o tratar de imponer voluntades, sería mejor dialogar y tratar de llegar a un acuerdo «win-win» (ganar-ganar) en el que ambas partes ganen algo a cambio de perder algo. Evolucionar es reconocer que las tradiciones no siempre son acertadas, a veces se pueden mejorar sin necesidad de eliminarlas. ¿Qué hacer con el toro de la Vega? No tengo respuesta pues no entiendo de toros, sólo de psicología y conducta humana.