Toni Bolaño

Más votos del NO frente a más diputados del SÍ

La Razón
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Las encuestas publicadas sobre Cataluña tienen un común denominador, un interrogante y una variable. La variable es que el triunfo de la lista de Mas en número de diputados es posible –la horquilla es abismal y va de los 57 a los 70–pero no garantizada. El común denominador es que los votos NO superarán a los SÍ. A pesar de esto, Mas asegura que seguirá adelante con la independencia. ¿No decía que las elecciones eran plebiscitarias? ¿Por qué ahora no cuentan los votos?

El interrogante es la participación. Los sondeos la sitúan sobre el 65% –sobre este dato hacen sus predicciones– pero apuntan que la afluencia a las urnas puede sobrepasar el 70%. A favor de una buena participación está el tiempo que apunta un día soleado, sin lluvias y 25 grados. En contra, que los barceloneses –y algunas ciudades del cinturón– disfrutarán de un magnífico puente de cuatro días con un tiempo magnífico. El jueves 24 es la Mercè y muchos aprovecharán los últimos coletazos del verano. ¿Volverán a tiempo para votar? ¿Mas convoca el 27-S para evitar al máximo un voto metropolitano poco proclive a su Ítaca?

Cataluña si es Pot ha declarado el área metropolitana como máxima prioridad. Ada Colau dio ayer un primer paso para achicar espacios y dejó en agua de borrajas la aspiración soberanista de convertir a Barcelona en el buque insignia de los municipios «indepes». Colau, con su abstención, les aguó la fiesta. Los soberanistas hicieron de la necesidad virtud y destacaron su victoria, pero aunque la mona se vista de seda mona se queda.

El presidente de la CEOE, el catalán Juan Rosell, puso ayer su punto sobre la í de independencia de la mano del presidente de Freixenet, Josep Lluís Bonet. Ambos dijeron las cosas claras. Cataluña tiene mucho que perder, la economía se resentirá, estaremos fuera de Europa, las exportaciones serán más caras por los aranceles y caerán las inversiones, el empleo y el consumo.

Fue una carta pública –escrita en catalán, castellano e inglés– sin estridencias y alejada de un lenguaje belicista. Su apuesta por el diálogo y el entendimiento no fue atendida. El soberanismo en la red ejerció el derecho a delirar y acusó: «Es la campaña del miedo».

(Pen)último capítulo del 3%. Daniel Osàcar no era nadie en CDC desde 2011. Pero, el entrañable jubilado era un tipo activo. Con más de 70 años a cuestas, transfirió, según la Policía, un millón de euros a Suiza desde Gibraltar en 2013. CDC, aunque les parezca mentira, lo niega todo. ERC, ANC y Òmnium Cultural miran para otro lado no vaya a ser que salpique. Ya saben, todo es casualidad menos alguna cosa.