Iñaki Zaragüeta

Quieren al líder fuerte

El presidente Alberto Fabra y su partido, el PP, afrontan un periodo trascendental en su carrera por mantener el Gobierno de la Generalitat en un momento especialmente duro como consecuencia de la crisis y de algunos vaivenes acaecidos en el seno de la organización popular, que han afectado a importantes dirigentes institucionales.

Es posible que el PP se encuentre, respecto a la imagen percibida por los ciudadanos, en el peor momento y en la más baja valoración de la legislatura. La pérdida de calidad de vida, el aumento del paro, la dureza de las medidas, los procesos judiciales han lastrado la hégira triunfante de 20 años. Aún así, sería un error y una irresponsabilidad que el PP entregara las armas porque una encuesta, o las que se hayan hecho, adviertan de un factible cambio en la Generalitat a favor de un tripartito cuando aún resta más de año y medio para la cita electoral, tantas cosas por hacer y tantas posibilidades por aprovechar.

Fabra acertará proclamando sin recato su liderazgo y su condición de candidato para 2015 -la gente quiere ver fortaleza en el jefe- entre otras cosas porque así sucederá, reclutando a su tropa y abanderando una política de soluciones, reivindicaciones incluidas, de cara al futuro cuando, además, la crudeza de la crisis ha empezado a remitir y, también, porque las propuestas radicales de la izquierda no invitan a la confianza y no tendrán tan fácil acogida como la que hoy presentan las encuestas. Los valencianos, como muchos del resto de España, están cabreados pero reflexionarán a la hora de emitir la papeleta en la urna. Así es la vida.