María José Navarro

Tetas

La Razón
La RazónLa Razón

Yo antes hacía topless. Hace mucho, eh, que a mí se me bajó un músculo de un día para otro y ahí no hubo manera, ni con una polea que hubiéramos puesto. Hacía topless y como tengo más años que un bancal eso quiere decir que hace bastante tiempo, así como por la presidencia de Calvo Sotelo. Pero de un verano a otro me di cuenta de que aquello ya no estaba para enseñarlo a nadie, y mucho menos para enseñármelo a mí misma por muy cómodo que fuera el asunto. Así que me corté la coleta y ahora estoy a punto de bañador con refuerzos en la tripa, lo que también quiere decir que si tiene alguna de Vds. un traje de baño de embarazada, de aquellos que nos ponían con un volantito horroroso, me sale a cuenta. Lo mandan a LA RAZÓN, gracias. En Argentina, estos días, la discusión no se basa en la crisis económica en la que está sumido el país, de la inflación galopante, de la reducción de ayudas sociales, de la curiosa manera que tiene Macri de explicar sus negocios privados o de la tasa de feminicidios (uno cada 30 horas y el último caso acabó en masacre con seis muertos), no. En Argentina, estos días, se habla del derecho de las mujeres a hacer topless en la playa. Tres mujeres trataron de quitarse la parte de arriba del bikini en la playa de Necochea y fueron denunciadas por otros bañistas que llamaron a la Policía, y la Policía presionó hasta el hartazgo a las tres mujeres. No crean que la escena fue fácil, no. En medio de una tensión creciente, con bañistas que se sumaban al debate a favor y en contra de las mujeres, los agentes llegaron a amenazarlas con «llevarlas presas» si insistían en tomar el sol enseñando la poitrine. Las mujeres defendían su derecho, y encontraron múltiples apoyos. Pero otros exigían que las echaran y poco a poco fueron apareciendo más policías, al final eran una veintena, con seis coches patrulla desplazados, y cada vez más agresivos y, además, las calificaban de nudistas, lo que supone un profundo desconocimiento, por muy policías que sean. La Ley de la provincia de Buenos Aires, de 1973, prohíbe actos contra la moral, y la Policía entendió que eso incluía el topless. Cuando uno de los países más desarrollados de este continente tiene que asistir a este papelón es que, chicas, o nos queda mucho por hacer o es que hemos vuelto casi a la casilla de salida.