Rosetta Forner

Ver el lado positivo

En invierno, toca gripe, resfriados, catarros... Es una conjura de los virus contra los humanos. Puede que los catarros y similares sean psicosomáticos, esto es, si tenemos un sistema inmunológico debilitado debido a los miedos, el estrés, o las preocupaciones con los que nos abrigamos tratando de protegernos del frío de la vida, pillaremos todo virus que por nuestra puerta pase. Cierto es que los virus existen. Sin embargo, el cómo nos relacionemos con ellos tiene que ver con el estado de nuestras defensas. Que éstas desayunen positivismo o negativismo marcará la diferencia. Soy muy consciente de que preocupaciones y temores merman las defensas de mi cuerpo físico. Por consiguiente, soy capaz de resfriarme en pleno verano, y la culpa no la tiene el aire acondicionado. Según la PNL (Programación Neurolingüística), nuestra forma de pensar determina nuestra realidad. Si alguien está convencido de que en invierno se resfría, así será. Si alguien se considera con una salud a prueba de «virus», o bien no se resfriará o le durará muy poco. La medicina alopática (la tradicional) insiste en tratar enfermedades, mientras que la homeopatía se centra en el «enfermo». Debemos cuidar nuestras defensas mentales, para así estar fuertes y hacer frente a los contratiempos de la vida con animosidad. Miedo, angustia, ansiedad... son emociones «virus» que suelen dejarnos indefensos ante cualquier virus. Pensar en positivo, abordar las situaciones con optimismo, esperanza y confianza, no son garantía absoluta de bienestar pero sí ayudan en la recuperación. Si uno está convencido de que si se vacuna no se resfriará, así será. Lo contrario también funciona. Aunque la profilaxis no se puede abordar en plena crisis de resfriados, sino antes, propongo que nos preparemos una sopa de pollo para el alma, esto es, que nos demos calor, amor, buena compañía en la vida y buenos pensamientos. A ver si así los virus se asustan y pasan de largo. Y si pilla un buen catarro, tómeselo con filosofía y considere que o bien su cuerpo necesitaba un descanso o limpiar «inmundicias energéticas». Aprenda a ver el lado positivo de la gripe. Y deje que los virus se resfríen solos.