Puntazo
Del desconcierto a la temeridad
Sólo esperan en el ataque rabioso al adversario político el balón de oxígeno que les permita ir tirando en esta agonía interminable.
Que algunos de los primeros espadas del Gobierno, secundados por los «tifosi» de plantilla, se hayan lanzado a expandir un bulo que pretendía perjudicar a la Guardia Civil y a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; que lo hayan hecho sin tomar la más elemental precaución a la hora de considerar su veracidad y, finalmente, alentando una especie tan grave como un atentado terrorista contra el presidente del Gobierno, en un país que ha sufrido los embates terribles del terrorismo vasco, no es sólo una temeridad impropia de quienes administran los servicios públicos y deben proteger los intereses de la población, sino la prueba palpable de que nos gobiernan unas gentes sumidas en el desconcierto, acorraladas por sus propias contradicciones y que sólo esperan en el ataque rabioso al adversario político el balón de oxígeno que les permita ir tirando en esta agonía interminable.