Elecciones catalanas

Recurrir contra Puigdemont cuando haya base

La Razón
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Hay pocas dudas sobre cuál es la estrategia que mueve a Puigdemont a seguir huido de la justicia. La primera es en sí misma el motivo de su escapada días después de declarar la «república catalana»: eludir su responsabilidad penal ante los delitos de malversación, sedición y rebelión. La segunda es claramente interferir en el proceso político catalán, de manera que su presencia en el «exilio» belga reclamando la presidencia impida que las instituciones catalanas vuelvan a la normalidad. En esas está. El objetivo de Puigdemont no es otro que ser investido presidente de la manera que sea –cumpliendo o no el reglamento de la Cámara–, incluso telemáticamente. El Gobierno lo sabe, pero también conoce su taimada estrategia, así que cree que hay que actuar con cautela y sólo recurrir lo que tenga una base jurídica sólida. De ahí que considere que no es suficiente la publicación del candidato Puigdemont en el Bolentín Oficial del Parlament para pedir su suspensión cautelar ante el TC. El Gobierno no quiere cometer errores, a sabiendas de que los independentistas están buscando precisamente un fallo a su favor del Alto Tribunal o una sentencia que no cuente con la mayoría de magistrados. Si Puigdemont provoca una investidura de manera que haya que esperar a la celebración del pleno para saber si el candidato está o no presente, éste puede ser el momento para presentar el recurso al comprobar que se busca una investidura telemática.