Corrupción política

La calle no es la Ley; tampoco para Lula

La Razón
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Hace una década llegó a ser uno de los líderes de la izquierda más carismáticos del mundo. Hoy, Lula da Silva está a un paso de ingresar en prisión para cumplir una condena de 12 años por corrupción. El Supremo rechazó el último recurso para evitar su entrada en la cárcel. Se quedará fuera de la carrera por las elecciones presidenciales, en la que era favorito. Es el final de la escapada de quien, como buen populista, pensó estar por encima de la Ley y que la calle prevalecía sobre el Estado de Derecho. Pero no.