Mas debe moderar ya sus pretensiones soberanistas

Artur Mas sabe que el Gobierno no puede negociar una consulta soberanista en la que está en juego la unidad territorial de España. Lo sabe, pero él mismo es prisionero de una propuesta que a lo único que le ha llevado es a la pérdida de la centralidad política a favor de ERC, sus socios, de los que son prisioneros. Ayer, Mas insistió en que mantendría el referéndum para 2014, una huida hacia adelante a sabiendas de que ni Duran Lleida le seguirá, ni tal y como anunció Navarro, tampoco el PSC. Es la hora de la moderación.