El buen salvaje
Emigrantes
Torre Pacheco se perfila, pues, como el retrato de un fracaso por no mirar más allá de una sentimentalidad fingida con un subrayado de banda sonora triste
Es fácil para los políticos y comentaristas de guardia echar las culpas de todo lo que ocurre en Torre Pacheco a Vox. ¡Delito de odio! Si el partido de Abascal tuviera tanta fuerza como para llamar a la guerra, España estaría en llamas y lo está por la calor, no por los discursos antiinmigración. Ocurre que, como en tantas otras cuestiones, la progresía de manual y la ultraderecha de oficio explican con brochazos un asunto tan complejo, el de cierta emigración, que mantiene en vilo a toda Europa. Durante mucho tiempo hemos mantenido la boca cerrada, ajustando el lenguaje a lo políticamente correcto, a esconder la nacionalidad de los delincuentes, a no estigmatizar a los menores no acompañados, a deglutir imposiciones buenistas en lugar de mirar de frente a un problema que más pronto que tarde acabaría explotando, como se ha visto ahora en Torre Pacheco, y en otros momentos, en Cataluña o en Almería.
No hace muchos días, Suiza se enfrentó a una polémica por la actuación de ciertos emigrantes en las piscinas públicas, oh, gran debate. Ha quedado claro que los que agitan, como se dice, el avispero son los que no aportan soluciones más que la de proteger al extranjero, sea quien sea, contra la opinión de los que viven en esos barrios donde la integración es complicada y donde a veces se ven fuera de un sistema de ayudas que sí alcanza a los otros. Claro, cuando todo esto explota, la izquierda buen rollo echa la culpa a la ultraderecha tremenda. Los de Vox no crean el problema, sino que intentan beneficiarse de él.
Torre Pacheco se perfila, pues, como el retrato de un fracaso por no mirar más allá de una sentimentalidad fingida con un subrayado de banda sonora triste. No se trata de expulsar a cientos de miles de personas que viven aquí tranquilamente, pero sí de vigilar quién llega y qué hace. Cuando la izquierda se pregunta por qué hay barrios obreros que votan a Vox, deberían responderse a qué oprimidos están defendiendo, porque a veces se ponen en el bando equivocado.