Puntazo

Enfermeras: ¿hijas de un dios menor?

Desafiamos a que desde el Ministerio de Sanidad alguien nos explique por qué esos dos cuerpos sanitarios, fundamentales en la asistencia de la población y de sobrado prestigio profesional, siguen «castigados» por la Administración a la que sirven.

Suceden cosas en España a las que no se alcanza una explicación racional. Por ejemplo, que los policías nacionales no cobren el mismo salario que el que perciben unos funcionarios autonómicos que desempeñan el mismo trabajo. O, también, que contra la legislación laboral básica de la función pública –el Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud y el Estatuto Básico del Empleado Público– las enfermeras y los fisioterapeutas lleven quince años con las pagas extra recortadas. Se puede entender que, en la crisis de 2008, el gobierno socialista de entonces efectuara recortes salariales a los funcionarios, pero desafiamos a que desde el Ministerio de Sanidad alguien nos explique por qué esos dos cuerpos sanitarios, fundamentales en la asistencia de la población y de sobrado prestigio profesional, siguen «castigados» por la Administración a la que sirven. Y a nadie se le cae la cara de vergüenza.