Eleuteria

Las hipotecas entran en la campaña

¿Por qué los políticos no dejan de mentir y de seguir empeorando la situación? Quizá porque entonces dejarían de ser políticos

Las campañas electorales son coyunturas propicias para la demagogia: aquel político que sepa engañar con mayor habilidad a las masas cosechará más apoyos y por tanto mayor poder. Y una forma de manipular a las masas es creando enemigos ficticios a los que culpar de todos los males que pueda padecer una persona en un momento dado. Tomemos el caso de las subidas de tipos de interés: si los tipos de interés que abonan los hipotecados a tipo variable han subido durante los últimos años es porque así lo ha decidido el Banco Central Europeo y si el Banco Central Europeo lo ha decidido así es porque necesita combatir una inflación que se ha disparado como consecuencia de los enormes estímulos fiscales y monetarios que impulsaron los Estados durante los años anteriores. Pero los políticos no buscan canalizar las iras ciudadanas ni contra sí mismos (por motivos obvios) y ni siquiera contra el Banco Central Europeo, sino contra los bancos privados que se limitan a trasladar la subida de tipos de interés del BCE a los tipos de interés variables de los hipotecados que rechazaron contratar una hipoteca a tipo fijo.

Y hete aquí que ahora llegan nuestros mesiánicos políticos y pretenden ponerse muy duros contra los bancos: Gabriel Rufián, de ERC, propone «topar» los tipos de interés variables y Sumar exige que la conversión de hipotecas variables en hipotecas fijas se haga sin penalización para los bancos. Lo primero es ciertamente un despropósito: si hubiese tipos de interés variables con tipos máximos muy reducidos, entonces de facto estaríamos convirtiendo a las hipotecas variables en hipotecas fijas topadas; es decir, los bancos dejarían de ofrecer hipotecas a tipo variable (topadas) y sólo ofrecerían hipotecas a tipo fijo a cualquiera que fuera el tipo de interés de mercado: y si éste resultara demasiado oneroso, entonces el cliente no lograría acceder a una hipoteca. Lo segundo es desconcertante: ahora mismo, el código de buenas prácticas suscrito por la banca ya posibilita esa transición sin coste alguno. Probablemente, por tanto, lo que busque Sumar sea reconvertir las hipotecas variables en hipotecas fijas al tipo de interés que ellos decidan (que no es el tipo de interés fijo de mercado). En ese caso estaríamos ante otro disparate que igualmente extinguiría las hipotecas a tipo variable en el futuro. ¿Por qué los políticos no dejan de mentir y de seguir empeorando la situación? Quizá porque entonces dejarían de ser políticos.