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El buen salvaje

La Inteligencia de León XIV y la Artificial Yolanda Díaz

La izquierda, siempre tan viejuna, mira el futuro con las gafas de las azafatas del «Un, dos, tres»

Entre la inteligencia emocional y la artificial se abre el barranco que separa el viejo del nuevo mundo. La mayoría vive todavía en el régimen anterior, marcado por la lucha ideológica, los roles de género y otros conceptos antiquísimos y estéticamente chocantes, como unos calzoncillos largos, unas ligas con calcetines o Karla Sofía Gascón. En ese universo pretérito las revoluciones iban por delante y decapitaban cabezas, pero ahora se absorben cerebros y lo que era vanguardia es solo el brillo de una estrella que ya está apagada. La imagen que ejemplifica el neomundo es la de Trump ataviado de Papa gracias a la IA.

Y aquí es donde entra León XIV y sale Yolanda Díaz, que no irá a la misa de entronización de hoy, porque el Papa ya no es una camiseta del Che Guevara, pero sí se abonó (la vicepresidenta) al festival de Cannes. Un vestido rojo y ademanes de estrella pop. Sin embargo, es el nuevo Papa el moderno y la vicetiple comunista una pieza del Matrix añejo que aún cree que lo que hacen los obreros es poner tornillos como Chaplin en «Tiempos modernos» y que eso cansa una barbaridad. La izquierda, siempre tan viejuna, mira el futuro con las gafas de las azafatas del «Un, dos, tres». Este Papa escribirá la primera encíclica sobre los peligros de la Inteligencia Artificial y los desmanes de los grupos tecnológicos que auparon al presidente norteamericano. Dar la espalda a un avance tan gigante como la IA es desconocer lo que es el progreso (desde que la Tierra existe) y de lo que es capaz la tecnología para bien, pero (he aquí la adversativa que abrirá el melón por el lado católico) se trata de salvaguardar la dignidad humana y el trabajo de las personas. León XIII rubricó la «Rerum Novarum» en el fragor de la revolución industrial y el capitalismo y este nuevo León viene a hacer la verdadera reforma laboral de la que Jeff Bezos reniega porque, dice, la IA creará más puestos de trabajo de los que destruirá. ¿Y qué opina Yolanda? Faltan faros que iluminen esta carretera perdida. Chomsky nos anuncia el apocalipsis, que es lo que espera cualquiera que tenga 96 años, que son los que tiene el pensador y lingüista pelín pestiño. Lo importante es que el gran asunto espiritual no será quién se casa con quién, sino cómo detener a las máquinas antes de que asesinen a Dios y destierren a los hombres. León XIV tiene en la cabeza el «bestseller» que el orbe está esperando. Habrá que ver cómo soluciona el Papa, más allá de la literatura, la paradoja que aún no aciertan a controlar los gobiernos. Y sin la ayuda de ChatGPT.