Al portador

Jugar a tres bandas casi siempre sale mal

«La irrupción de Sumar inquieta a algunos en el PSOE porque puede arañar más votos socialistas de los previstos»

Warren Buffett, nonagenario, multimillonario, conocido como «el oráculo de Omaha (Nebraska)», quizá el inversor más seguido del mundo, siempre dice que «el riesgo viene de no saber qué es lo que se hace». El gurú americano quizá no sea demasiado popular en el PSOE. Sin embargo, tras el autolanzamiento de Yolanda Díaz, algunos han empezado a preguntarse si el inquilino de La Moncloa, entre otros, tiene claro lo que de alguna manera ha alimentado. Félix Bolaños, ministro de la presidencia y voz autorizada de Pedro Sánchez, reclamaba tras la presentación «yolandista» que «sería mejor que en este proyecto estuvieran todos sin excepción». Incluso puso tanto énfasis que parecía una idea salida de La Moncloa, a pesar de que la líder de «Sumar» insiste en que es ella la que quiere ser presidenta y, aunque sea un reclamo propagandístico, solo podría serlo a costa del PSOE. Nadie piensa, ni cree en un «sorpasso» ahora inimaginable, pero muchos recuerdan que lo de «jugar a tres bandas casi siempre sale mal» en política electoral. Hay precedentes no tan lejanos.

Los más nerviosos en el PSOE apuntan que no está claro que la irrupción en escena de «Sumar» beneficie a los socialistas. Incluso temen que les perjudique, sobre todo si Pablo Iglesias –aunque eso es impredecible– se queda al margen del proyecto, por conveniencia o por intentar horadar a Sánchez. «Sumar» puede ser una izquierda moderna entre comillas –con obsesiones antiguas– y urbana, pero sin algunas de las hipotecas del PSOE, entre ellas los pactos y acuerdos con la ERC de Rufián o con Bildu. Yolanda Díaz, si excluye a Unidas Podemos, siempre puede alegar que todo eso fueron asuntos acordados al inicio entre Sánchez e Iglesias. Los más perspicaces han detectado en los últimos días algunas manifestaciones, sobre todo «tuits», de las cercanías de la vice segunda, con arremetidas importantes contra, por ejemplo, el mismo Rufián, como un intento de alejarse de los asuntos indepes, algo que podría atraer a socialistas de toda la vida. Habrá que esperar, porque todo indica que Yolanda Díaz no se mojará en las municipales, lo que la deja a salvo de un batacazo de Podemos, mientras otros recuerdan que el riesgo viene de no saber lo que se hace, como dice Buffett.