«De Bellum luce»

El león herido y el lobo

Si se cumple lo que piensa Félix Tezanos, Podemos se diluirá bajo las faldas de Yolanda y la nueva izquierda crecerá a costa de votantes morados

Cuenta la fábula que deambulaba un cierto día un lobo, y viendo su sombra bellamente alargada, exclamó: «¿Cómo me va a asustar el león con semejante talla que tengo? Con lo que soy, bien fácil me será convertirme en rey de los mortales», pensó el lobo. Y mientras soñaba con orgullo, un poderoso y herido león le cayó encima y empezó a devorarlo.

Pedro Sánchez es el lobo que se siente capaz de convertirse en el rey de los mortales, contra todo y pese a todo. Y el león herido es Pablo Iglesias, contra el que Pedro y Yolanda han preparado una artillería de munición pesada para ir disparándosela, a él, y a sus dos mujeres, Ione Belarra e Irene Montero, de aquí a las elecciones generales. Los arúspices de Moncloa predicen que Pedro y Yolanda le arrebatarán todas las banderas sociales a Pablo. Le quitarán los apoyos populares que le quedan. Le arrebatarán también los pocos afines que conserva. Y cuando ya no pueda levantarse, le obligarán a someterse a los designios de Yolanda.

El león herido no da signos de poder recuperarse de los golpes, al menos, de momento. Humillan a sus marionetas, ningunean su proyecto y sólo le queda como vía de escape tirar de insultos y de victimismo para cimentar la unión de los pocos que siguen diciendo que le quieren a él.

Si se cumple lo que piensa Félix Tezanos, Podemos se diluirá bajo las faldas de Yolanda y la nueva izquierda crecerá a costa de votantes morados que estaban decididos a quedarse en casa por cansancio con Iglesias. Esos supuestos militantes de izquierda a los que Yolanda les ha devuelto las ganas de volver a vivir. Y todo ello sin que el PSOE pierda nada –ahí está la gracia de Tezanos–, porque desde que Sumar ha aparecido en escena brotan bajo las piedras los nuevos votos de izquierdas.

En la vida real puede ocurrir lo que no sucedió en la fábula, y que el lobo se coma al león herido y se convierta en el nuevo rey de los mortales. Pero conviene ser prudentes y no descartar que el león herido todavía pueda caérsele encima al lobo y empezar a devorarlo. Los socialistas andan pendientes, obsesionados, del movimiento del león, y fabulan sobre qué más podrían hacer para llevarle a la jaula donde acabe por morir. Y el lobo, como siempre, ufano, en lo que anda es en relamerse el hocico pensando en lo bien que le van a sentar los «golpes» de contenido social que tiene preparados para ir soltando durante la Presidencia europea. Lo más potente, según cuentan los arúspices de Moncloa. Y todo puede salir bien, siempre que el león herido no se levante.