Y volvieron cantando

Llevar la iniciativa

Háganselo mirar los estrategas del PP, porque queda una semana de campaña y puede resultar eterna. Esto va de Sánchez vs Netanyahu si nadie lo remedia

¿Pero no se suponía que esta campaña electoral de las europeas tenía que servir para sentar a la ley de amnistía en el banquillo del tribunal popular de los españoles con sentencia en las urnas el «9-J»? Cuando en los años noventa el presidente argentino Saul Menem ordenó el envío de dos fragatas al Golfo Pérsico durante la guerra de Irak, un allegado de confianza le preguntó por esta decisión cuando ningún aliado se lo había pedido. La respuesta de Menem tuvo doble dirección: «porque es estas cosas hay que estar…y porque se acumulan los problemas en el gobierno de la República». La estrategia del ejecutivo de Pedro Sánchez, metidos de lleno en plena campaña electoral -y con positivos dividendos de recuperación según la demoscopia-, no se desvía demasiado de la cita del que fuera presidente argentino. Para movilizar el voto de la izquierda, lo que toca es, además de agitar el espantajo de la extrema derecha, desviar todo lo posible la atención de los electores respecto a los grandes problemas reales del país en su ámbito más cercano y doméstico.

Sánchez, como hiciera en otras convocatorias electorales, ha optado por opacar la figura de su cabeza de lista a las europeas Teresa Rivera y convertirse en el referente socialista de cara a estos comicios. Suyo será el éxito de un buen resultado y de otros el posible fracaso, pero sobre todo ha conseguido, gracias al rugido del motor que supone el Ferrari de la Moncloa, hacerse con la iniciativa de la campaña poniendo sobre la mesa argumentos de los que hacen votar con las tripas por muy alejados que estén de los problemas de los españoles. La campaña gira y gira en torno al conflicto palestino-israelí tras un reconocimiento del estado palestino por parte del Gobierno, que supone un arriesgado pero audaz salto sin red, pero que centra todo el debate electoral, incluso colándose en la trifulca política de instituciones como el Ayuntamiento de Madrid. Frente a esta demostración de marcar la puta y llevar la iniciativa -con inestimable colaboración mediática dicho sea de paso- ni una palabra de la amnistía, ni de la incapacidad del Gobierno para legislar sin apoyos, ni de la economía o la inmigración. Ergo, háganselo mirar los estrategas del PP, porque queda una semana de campaña y puede resultar eterna. Esto va de Sánchez vs Netanyahu si nadie lo remedia.