Sin Perdón

Meloni, la socia preferente de Trump

«La Unión Europea tiene un problema, porque Trump tiene las ideas claras y no está dispuesto a que su país pague en solitario la fiesta»

El centro derecha europeo, salvo excepciones, fue muy torpe en las elecciones estadounidenses apostando por la victoria de la pijo millonaria Kamala Harris. No hay más que ver el agudo análisis que debieron hacer algunos políticos del PP, ya que solo les faltó ponerse una camiseta con su imagen. Esta torpeza colectiva es fruto tanto del temor a ser criticados por los medios de comunicación, mayoritariamente antiTrump, como por los prejuicios que provoca su actitud frente a una Europa en decadencia que no hace nada por salir de ella. Me gustaría que no fuera así, pero nos hemos convertido en un gran parque de atracciones cultural y comercial que no pinta nada en política internacional. En cambio, Meloni, que es un fenómeno político fascinante, apostó por Trump y ha convertido Italia, como vimos este domingo, en un socio preferente de la primera potencia del mundo. Una vez más, se perdió una gran oportunidad para tender puentes y en cambio los dirigentes europeos, como Macron o von der Leyen, prefirieron ser antipáticos. En el caso de esta última no me sorprende, porque es otra millonaria con ínfulas aristocráticas que ha conseguido mantenerse en el cargo a pesar de su mediocridad. No me extraña que se lleve bien con Sánchez. Es descendiente de James H. Ladson, un rico y poderoso plantador de Carolina del Sur que poseía numerosos esclavos, y de una familia de la clase alta burguesa de Hannover.

La victoria del candidato republicano era bastante evidente, así como que la presidencia de Biden había sido un desastre. Por cierto, ese modelo de ética no tardó demasiado tiempo en indultar a su corrupto y conflictivo hijo Hunter. La izquierda política y mediática europea ha sido permisiva ante un presidente fracasado, ya que lo consideran uno de los suyos, como hizo con otros demócratas. No importa que sea un partido controlado por una poderosa oligarquía de millonarios y que no sea realmente de izquierdas, salvo para los disparatados análisis que hacen algunos columnistas y profesores bastante desinformados. La Unión Europea tiene ahora un problema, porque Trump tiene las ideas claras y no está dispuesto a que su país pague en solitario la fiesta. Por cierto, el simpático Biden consiguió que los países de la UE estén sufragando la guerra de Ucrania.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)