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El buen salvaje

Menos Byung-Chul Han y más San Agustín

Lo modernuqui es leer a San Agustín y no a Byung-Chul Han. «No vayas fuera de ti, entra dentro de ti, que en tu interior encontrarás la verdad de quien eres». Perfecto para un tuit. Por algo el Papa es León XIV

Escribimos en los periódicos que la filosofía vive un nuevo momento de esplendor a pesar de que ya apenas aparece en los colegios. Se venden miles de ejemplares de las «Meditaciones» de Marco Aurelio (he de confesar que yo también caí) y, por engarces de la moda, los estoicos salieron a flote, como bandidos dispuestos a robarnos el alma. Aforismos, frases cortas, perfectas para colocarlas en X o leerlas en Tik Tok. Duran lo que un anuncio y, encima, uno cree que está aprendiendo alta cultura que puede sanar el ánimo hirsuto. Hay, pues, cierta filosofía que triunfa en la era de las redes sociales por la rapidez con la que circulan sus ideas. Algo impensable con un alemán, pongamos Heidegger. Los libros de autoayuda no dejan de ser un placer culpable que escondemos para que no piensen que somos unos pardillos. Pero si el ejemplar lo firma un filósofo se cree que tenemos altura intelectual y que podemos enseñar el ejemplar en una cafetería mientras se deleita el paladar con un café, una ensalada de gin tonic, una tosta de aguacate o alguna otra chorrada sustituta de los churros y los torreznos.

Por esta corriente se hizo célebre Byung-Chul Han, el flamante premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, medio coreano y medio alemán. Al igual que con Marco Aurelio, también caí. Frases cortas, aforismos, titulares de Prensa, perfecto para alguien que deja los libros a medio acabar, como amantes con tara. «El narcisista es ciego a la hora de ver al otro». Está bien expresado, contundente, pero no descubre nada que no sepa. Así es casi todo. Algo que ya se ha pensado escrito de manera que puede ser el mensaje de una camiseta a la que echaría a la hoguera con la persona dentro. Un mensaje en una camiseta es un Armani de «Maestros de las costura».

Las «Confesiones» de San Agustín, sin embargo, son otro manjar. La Iglesia necesita de un mejor dircom o de un «comunity manager» que no vaya con la guitarrita haciendo el chorra. Para que el santo sea un best seller. Abro una página y me encuentro con frases como «La soberbia no es grandeza sino hinchazón» y la encuentro tan moderna en la forma que parece una greguería y llego a la conclusión que la filosofía cristiana ha sido infravalorada por el populismo laico que premia a Paulo Coelho y desprecia la sacristía. Lo modernuqui es leer a San Agustín y no a Byung-Chul Han. «No vayas fuera de ti, entra dentro de ti, que en tu interior encontrarás la verdad de quien eres». Perfecto para un tuit. Por algo el Papa es León XIV.