
Sin Perdón
A las órdenes de Otegi
«Lo de reunirse en un caserío parece poca cosa comparado con la sumisión del sanchismo a Puigdemont negociando en Suiza y aceptando la escandalosa presencia de un relator»
Creo que nadie se puede sorprender por las cesiones de Sánchez a los dirigentes del antiguo aparato político y militar de ETA. El apoyo a la moción de censura, que estuvo basada en una mentira, no fue gratuito por ninguno de los que intervinieron. La traición del PNV está en su ADN y nadie se puede llamar a escándalo. Sus dirigentes sabían que Rajoy es un político honrado y que no tenía nada que ver con unos casos que eran antiguos. No importaba, porque podrían sacar mucho apoyando a Sánchez. Lo mismo se puede decir del resto de las formaciones. Fue una moción que se presentó sin cumplir las previsiones de los Estatutos del PSOE, como me explicó en su día Ábalos, aunque por aquel entonces era una información que solo servía para confirmar la firme determinación de su líder por llegar al poder a cualquier precio. Era la época en que detestaba la posibilidad de pactar con Iglesias y que ofreció, sin éxito, alcaldías y presidencias autonómicas a Rivera con tal de conseguir un gobierno de coalición.
La posible reunión entre Sánchez y Otegi, con el que dijo que nunca pactaría, ha sido confirmada por Ábalos, que era el secretario de Organización. Es una fuente fiable, porque nadie sensato puede confiar en la palabra del presidente del Gobierno o del antiguo miembro de la banda terrorista. La realidad es que, desde entonces, Bildu ha conseguido todo lo que quería y a cambio ha sido un fiel aliado. Lo de reunirse en un caserío parece poca cosa comparado con la sumisión del sanchismo a Puigdemont negociando en Suiza y aceptando la escandalosa presencia de un relator. Esto último produce una cierta hilaridad, porque demuestra que el expresidente catalán hacía bien no fiándose de su interlocutor, porque al final siempre le han engañado. Por más que La Moncloa intente contener los daños que producen estos escándalos, solo tiene éxito en los medios de comunicación del régimen. Llevan meses descalificando a Ábalos, Koldo, Aldama y Cerdán, unos por ser unos puteros y todos como corruptos. Lo único importante es saber la verdad. Lo que vamos conociendo muestra un cuadro denigrante del sanchismo y las prácticas deleznables de algunos de sus dirigentes, así como de las cloacas de Leire Díez.
Francisco Marhuenda. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
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