Sin Perdón

Otra derrota del sanchismo

«La violencia dialéctica de los sanchistas es directamente proporcional a su fragilidad parlamentaria»

No sé si Sánchez conseguirá comprar los votos de Puigdemont, pero la cosa pinta mal. No descarto que lo consiga. Es bueno recordar que tenemos un presidente del Gobierno cuyo plan de trabajo es diario. Ni siquiera mensual o semanal. No tiene otro objetivo que seguir disfrutando de La Moncloa y de los Falcon que ha convertido en su servicio privado de taxis. Los españoles pagamos los caprichos y las arbitrariedades presidenciales. El expresidente catalán sabe que su interlocutor hará lo que sea necesario con tal de seguir en La Moncloa y solo es necesario poner un precio. No hay factura que no esté dispuesto a pagar. Por supuesto, no le importaría desplazarse a Waterloo, esperar el tiempo que sea necesario en la antesala y finalmente humillarse ante Puigdemont si a cambio le apoya los Presupuestos. Es cierto que si pudiera lo metería en la cárcel con la misma tranquilidad que ahora envía a su mensajero Santos Cerdán a Suiza. El día que tenga oportunidad se vengará de él. Por eso, Puigdemont sabe perfectamente que si consigue aprobar los Presupuestos se acabará la ficción y emergerá el Sánchez iracundo dispuesto a cobrarse venganza por las humillaciones sufridas durante este tiempo.

La fragilidad gubernamental se comprobó este martes con la decisión del Consejo de Ministros de retirar el techo de gasto para evitar otra derrota en el Congreso, mientras Sánchez se entretiene en Nueva York dando lecciones en la ONU. Lo más divertido es que lo hacen por «responsabilidad» y para darse más tiempo en la negociación y conseguir los apoyos de Junts. Como era previsible, las hordas de la memocracia gubernamental salieron en tromba, como si fueran los mongoles recorriendo las estepas, para arremeter contra Feijóo y el pérfido PP. La violencia dialéctica de los sanchistas es directamente proporcional a su fragilidad parlamentaria. Han colocado el relato fake de los 12.000 millones que se perderán si no hay presupuestos, que es la habitual basurilla propagandística, cuando realmente no sucederá nada. Es alucinante que alguien pueda comprar ese tipo de mensajes de un gobierno agónico. Por otra parte, no parece que esté dispuesto a cumplir la previsión constitucional sobre la presentación de los Presupuestos. Es cierto que está a la espera de comprar los votos de Junts. Espero ver a la izquierda mediática criticar a Sánchez por incumplir la Constitución.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).