
El trípode
En prisión uno del «cuarteto del Peugeot»
Pedro Sánchez alega que se han asumido todas las responsabilidades exigibles por esos hechos cuando el máximo responsable es él como el «número uno» y no ha asumido ninguna personalmente
El ingreso en prisión de Santos Cerdán ha sido la noticia del día de ayer y de hoy y ha eclipsado la inauguración de la Cumbre de la ONU en Sevilla sobre la Financiación para el Desarrollo. Es la última etapa (de momento) del conocido «cuarteto del Peugeot», integrado por Pedro Sánchez, José Luis Ábalos, Santos Cerdán y Koldo García, que recorrió España durante varios meses visitando las Casas del Pueblo del PSOE recabando los avales de la militancia socialista que le permitieron ganar las Primarias y retomar el mando de Ferraz. Sin duda, aquel cuarteto ya está en la historia reciente de España por el papel que el «número uno» del mismo, con los otros tres, han jugado en el PSOE y en su gobierno. El refrán dice que «Dios los crea y ellos se juntan» y en efecto muy juntos estuvieron hasta que ahora uno de ellos ha ingresado en Soto del Real. Lo que está por ver es si volverán a convivir juntos en El Soto o no. Lo sorprendente es que tres de ellos estaban estrechamente unidos en una trama de corrupción y, sin embargo, su jefe -que «ignoraba por completo» las actividades que desarrollaban- les entregó toda su confianza. A dos de ellos les nombró sucesivamente su mano derecha en «su» partido, además de que a uno de ellos Ábalos, -le nombró titular del ministerio de mayor presupuesto en inversiones de obra pública y defensor de su censura en el Congreso. Al tercero de ellos, Koldo, le calificó de «militante socialista ejemplar» y como prueba de confianza le encargó la custodia de los avales obtenidos durante su triunfal gira. Ahora, Cerdán ha declarado que con su socio Antxon Alonso intervinieron decisivamente para que el PNV y Bildu dieran sus votos para el éxito de la censura «contra la corrupción del PP». Y que por eso es perseguido con todos esos «bulos» por los que está ahora en la cárcel. Entretanto Pedro Sánchez alega que se han asumido todas las responsabilidades exigibles por esos hechos cuando el máximo responsable es él como el «número uno» y no ha asumido ninguna personalmente: ¿Qué responsabilidad política personal ha asumido? Él le dijo a Rajoy cuando presentó su moción de censura que en política no es suficiente con pedir perdón a la ciudadanía y que al «Congreso se va no sólo a pedir perdón, sino que se presenta la dimisión». El señor Sánchez y su partido pueden pretender seguir arrastrándose por este lodazal mientras Puigdemont, Otegi y cía. consideren que les conviene: pero a España, no. ¡Basta ya!
Ps: De momento, Puigdemont espera al sustituto de Cerdán en Waterloo. «Seguirá».
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