Al portador

El revólver de Pedro y Santa Gadea

«Lobato es la penúltima víctima del sanchismo –otra muesca–, aferrado a que el que resiste, gana, pero ¿hasta cuándo?»

Camilo José Cela repetía con frecuencia que «en España, el que resiste, gana». Pedro Sánchez sería un personaje perfecto del autor de «La Colmena» y «Madera de boj» porque, además de resistir, fulmina a sus enemigos, sobre todo a los principales, que son los «compañeros de partido», como señalaba Churchill (1874-1965). El presidente, en vísperas de un Congreso del PSOE, a mayor gloria de él mismo, a ser posible a la búlgara, acaba de hacer otra muesca en su revólver con la dimisión –más que forzada– de Juan Lobato, el último líder caído del socialismo madrileño. «Mi política no es compatible con la dirección actual del partido» y «no creo en la destrucción del adversario», escribe en su carta de dimisión, tras hacer frente, con algo de valor y mucha torpeza, a las acometidas del sanchismo. Lobato, con su ida al notario y luego sus confusas explicaciones, ha perdido su batalla, pero también ha puesto en la picota a su posible sucesor en el PSOE de Madrid, el casi recién nombrado nuevo ministro Óscar López y a su mano derecha, Pilar Sánchez Acera. Y todo, claro, rebota en el mismísimo Sánchez.

Víctor de Aldama, también ayer, en la radio de Herrera, volvió a subir la apuesta y, como si fuera una Santa Gadea moderna, las acusaciones «eran tan recias» que al presidente «ponen de espanto», aunque diga lo contrario y prepare, como Alfonso VI (1040-1109) su venganza, que no será de destierro, sino quizá de muerte civil. Aldama debe probar con urgencia y contundencia lo que dice si no quiere ser otra muesca en el revólver sanchista. Hoy el Consejo de Ministros anunciará –el matiz es importante, porque el anuncio no significa inmediatez– ayudas para afectados de la Dana y otros colectivos, justo en vísperas de «la hermenéutica del aplauso y el autohomenaje», como describe por adelantado Ignacio Varela –años de experiencia monclovita al lado de Felipe González– el Congreso socialista de Sevilla. Por si fuera poco, una juez de Badajoz, Beatriz Biedma, acaba de citar a David Sánchez, hermano del presidente, como imputado por posibles delitos contra la Administración Pública, malversación y enriquecimiento ilícito. Ahora más que nunca Sánchez, además de hacer más muescas en su revólver, se aferra a que «en España, el que resiste, gana», según Cela.