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Biblioteca Harley-Davidson

¡Sabotaaajeee!

Existe un enorme sentimentalismo sobre la posible extinción de la raza humana cuando en realidad puede que no fuera lo peor que nos podría pasar.

Ya dije a principios de legislatura que el trío Óscar Puente, María Jesús Montero y Gabriel Rufián nos iba a dar grandes momentos de felicidad a los caricaturistas. Tienen las mismas relaciones con el sentido del ridículo que las de Zelenski con Putin. Además, el perfil del Twitter de Puente parece el resultado de que Drácula hubiera embarazado a un secundario del planeta de los simios. Seguirlo nos hace pensar que, en el fondo, existe un enorme sentimentalismo sobre la posible extinción de la raza humana cuando en realidad puede que no fuera lo peor que nos podría pasar.

El Gobierno está cercado por los casos de corrupción. La red eléctrica nos deja a oscuras horas enteras y la responsable que aseguraba que eso nunca iba a suceder no dimite. Los trenes dejan de funcionar los días siguientes cuando vuelve la luz. Para condimentarlo más, el Ministerio del Interior es incapaz de detener delincuentes. El fin de semana pasado, las diversas policías de mi provincia practicaron un operativo combinado contra los ladrones y solo consiguieron recuperar cuatro motos robadas. Cuatro motos, frente al atraco organizado del cobre público y Puigdemont paseándose cuando le apetece por Barcelona. La sensación de caos y desgobierno es general y Óscar Puente lo soluciona afirmando que se trata de sabotaje.

Estamos retorciéndonos por el suelo, llorando de risa, solo de imaginar al ministro diciéndose a sí mismo ante el espejo que esto del apagón debe ser cosa del juez Peinado. Acto seguido, imaginamos que recibe un tweet de Rufián confiándole que el robo de cobre posiblemente lo debe haber planeado la policía patriótica.

Los acontecimientos se suceden tan deprisa que pronto vamos a tener que inventar la entrevista a marcha atlética. Temblamos de risueña emoción solo de pensar qué pueden llegar a afirmar nuestros favoritos sobre los WhatsApp de Sánchez. No nos tengáis en ascuas. Manifestaos, cerebros privilegiados.