Sin Perdón
Sánchez y el marco constitucional
«Al final, los ganadores son los independentistas catalanes y vascos que logran victoria tras victoria gracias a la debilitad parlamentaria de Sánchez»
He de reconocer que cada vez que Sánchez hace referencia «al marco de la Constitución» me pongo a temblar, porque se producirá, más pronto que tarde, un nuevo ataque contra su ordenamiento. Al igual que el emperador Enrique IV viajó al castillo de Canossa para solicitar el perdón del papa Gregorio VII, Sánchez ha ido al Palau de la Generalitat para llevarle sus regalos de Navidad a Aragonès. En total cinco presentes, a lo que hay que añadir el desplazamiento a Barcelona, para que se constate que el gris Aragonès es un hombre de importancia como su abuelo franquista. No se puede negar el valor de los presentes recibidos. Hay que reconocer que Sánchez actúa como aquellos barones del petróleo de Oklahoma que compraban todo lo que les gustaba sin importarles el precio. No les interesaba otra cosa que satisfacer sus deseos, aunque muchos, por no decir todos, acabaron arruinados y olvidados. Eran como niños caprichosos obsesionados con acumular juguetes. Sánchez ha comprado la presidencia del Gobierno con la inconstitucional amnistía y con cesiones que no hacen más que debilitar al Estado.
Al final, los ganadores son los independentistas catalanes y vascos que logran victoria tras victoria gracias a la debilitad parlamentaria de Sánchez. Tras su reunión con Aragonés, se comprometió a dar mayor autogobierno a Cataluña dentro de la Constitución. Cualquier persona mínimamente versada en esta materia sabe que hay mecanismos que permiten vaciar de contenido al Estado en beneficio de Cataluña. Y como Sánchez quiere seguir en el poder gracias a los independentistas, no le importan el resto de las comunidades autónomas. No creo que pretenda hacer el mismo vaciado para favorecer a las desafectas, porque, en este caso, España se convertiría en un caparazón vacío de contenido. No le conviene. Son territorios donde el nacionalismo catalán y vasco podrá extraer recursos para financiar sus mini Estados. Alguien tiene que pagar la factura de la reelección de Sánchez y no hay nada más útil que tener unas comunidades sometidas a un régimen de servidumbre institucional. Y para que todo esté en el «marco de la Constitución» cuenta con la ayuda de los pumpidazos de Cándido Conde-Pumpido.
Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).
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