Sin Perdón
Semper fidelis Sémper
«El sanchismo anuncia que ha pasado el tiempo de las mayorías absolutas. Hay que tragar con los pactos con el independentismo y la amnistía»
Hay que reconocerle a la izquierda mediática una encomiable lealtad al sanchismo. No es por convicción, ya que eran sus más feroces detractores. La Moncloa funciona a golpe de consigna y la propaganda se transforma en información. No hay más que ver los titulares de las noticias, que son más opinión que información; la apología en favor de Sánchez de los columnistas; y las campañas contra Feijóo. Es cierto que el PP lanza en ocasiones mensajes confusos y cuenta con algunos fenómenos de la comunicación como el pijo progre de Borja Sémper que parece un actor en permanente campaña de autopromoción. Me recuerda el «Semper fidelis», el nombre de la Marcha de los Marines de Estados Unidos, a la que si hacemos el juego de añadir otra vez Sémper encontramos la perfecta definición del portavoz popular: «Siempre fiel a Sémper». A estas alturas ni me sorprende ni me escandaliza, porque los Sémper son una de las especies más valoradas en la política. Lo más importante es que caen bien y son el perfecto opinador de la derecha acomplejada que encaja perfecto en las tertulias del aparato mediático gubernamental.
El sanchismo anuncia urbi et orbi que ha pasado el tiempo de las mayorías absolutas. Hay que tragar con los pactos con el independentismo y conceder la amnistía. Me gusta ese término grotesco del «alivio penal» que muestra la estulticia de los juristas de cámara monclovitas. Hay que completar la pacificación. Esto es todavía más hilarante. Ha dado la casualidad de que este fin de semana he estado en Barcelona. Me gusta mucho ir en Metro. No se habla suficiente en catalán. Puigdemont debería imponer una policía lingüística en lugar de marearnos con la estupidez de los pinganillos en el Congreso que solo servirán para dar empleo a los filólogos soberanistas. La situación en mi tierra es de absoluta normalidad. Hay muy pocas banderas independentistas. No es una obra milagrosa de Sánchez que ha logrado el mismo conocimiento que consiguió Soraya tras ser nombrada «virreina» en la sombra por Rajoy. Puigdemont podría expedir diplomas de expertos a Sánchez y los sanchistas. Es una lástima que no conozcan bien Cataluña.
Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
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