Opinión

Sentido común

"Este jueves se aprobó la ‘Ley Trans’, y la ‘Ley del Aborto’, que no tienen ningún sentido jurídico pero sobre todo, no tienen sentido común"

Alex Cortés

Durante estas semanas hemos visto como una vez más, ciertos sectores de la izquierda con su superioridad moral tan característica, salían a defender sin complejos la chapuza de la ‘Ley del Sí es Sí’ hasta que la situación se ha hecho tan insostenible que el propio presidente del gobierno ha tenido que rectificar. Este pasado jueves se aprobó la ‘Ley Trans’, y la ‘Ley del Aborto’, que no tienen ningún tipo de sentido jurídico pero sobre todo, no tienen sentido común y varios expertos ya han alertado de sus posibles consecuencias negativas. El problema que tiene Sánchez con sus socios, ya no solo es su radicalidad, que incomoda a cualquier persona que tenga sentido común, sino que además su incompetencia hace que muchas personas no se tomen en serio a este gobierno. La izquierda intenta generar ruido para tapar su incompetencia mientras nos imponen sin ningún tipo de escrúpulo su rodillo ideológico. Además esta semana se ha conocido el fallo del Tribunal Constitucional a favor aborto después de tener durante 13 años en stad by el Recurso de Inconstitucionalidad que presentó el Partido Popular contra la ley de plazos de Zapatero. No se ha tardado en empezar a dar lecciones de feminismo y a repartir carnés de progresistas modernos a quienes avalan esa postura y de fachas carcas ultraconservadores a quienes defendemos la vida y quienes decimos con buen criterio que una de las mejores lecciones de feminismo que puede dar una mujer es traer al mundo a un ser humano y las administraciones públicas en apoyarlas y fomentar políticas de maternidad sin ningún tipo de tibieza. Sobre el asunto del aborto, no se debe ignorar la gran complejidad moral de cada caso ni el respeto que se merece cualquier persona sea cual sea su decisión. Pero lo que sí que debe defenderse y es un derecho fundamental recogido en nuestra Constitución, es el derecho a la vida y el aborto no debe de entenderse ni como un derecho fundamental ni como un fracaso personal, sino como un fracaso de la sociedad en su conjunto. Los partidos políticos tienen el deber de promover políticas que incentiven y que estén a favor de la vida, y más si en sus estatutos así se recoge, teniendo en cuenta que se está padeciendo en nuestro país un invierno demográfico que es muy preocupante para el sostenimiento del estado de nuestro bienestar. No es solo una cuestión ideológica sino que además es una cuestión práctica de interés general y los jóvenes tenemos el deber de denunciar estas situaciones que solo sirven para lo que quiere la izquierda cuando se quedan sin argumentos: Dividir a la sociedad española.