Cuartel emocional

El striptease de Sánchez

El tipo destila también odio y del odio se desprenden muchas consecuencias que le pueden llegar a desgastar en exceso

Este artículo tenía que haberse titulado “Con el culo al aire”, `pero luego me rajé, aunque pienso que una palabra malsonante a tiempo y expresada por una persona poco vulgar, encaja divinamente sin que sangren los oídos. Las palabras no son ordinarias, la gente que las pronuncia es a veces ordinaria y por eso chirría su forma de hablar. Dicho esto tampoco podía escribir “con el trasero al aire” o “con el pompis al aire”, porque alguien desde algún sitio me estaría llamando la atención por necia. De una forma o de otra, el título de esta columna quiere expresar la situación tan absurda como comprometida en que se encuentra el ciudadano Sánchez después de que hayan salido a la luz los mensajes con Ábalos y los calificativos que adjudica a miembros de su gabinete. La pobre ministra de Defensa, la pájara, no sabía cómo salir del embrollo cuando le acercaron los micrófonos para preguntarle cómo se sentía ante semejante apelativo tan despectivo como humillante; el otrora amado líder de Podemos, el compañero Pablo, calificado de maltratador (le faltó llamarle pederasta); a otros los despachó simplemente tildándolos de “petardos”, “impresentables”, “hipócritas” y toda una retahíla de calificativos que no son propios del jefe de todos ellos. Esto ha sido, efectivamente, un striptease en toda regla, un abrirse la cremallera que todos llevamos en el pecho por donde salen todos los sentires de nuestras vísceras, que es el lugar donde se localizan nuestras emociones y nuestras sensaciones. Para muchos ha sido de vómito, y así lo expresó sin pelos en la lengua una veterana presentadora de televisión.

El tipo destila también odio y del odio se desprenden muchas consecuencias que le pueden llegar a desgastar en exceso, entre otras la de la soledad. Nadie va a confiar en un individuo que va destilando uno de los sentimientos más innobles consecuencia de la cobardía y de la inseguridad porque se sabe débil, porque no es nada sin sus mil quinientos asesores cuyos millonarios sueldos pagamos todos con nuestros impuestos.

Pero desengañémonos, tampoco podemos aspirar a una persona respetuosa, concienciada y sincera que nos vaya a gobernar. De eso, no queda aunque mejor que lo que hay, cualquier cosa nos vale. El partido de la oposición va a congreso nacional, porque es necesario eliminar gentes inoperantes que no suman nada, sino que restan, que no convencen, yo diría que empezando por el candidato en unas presuntas y próximas elecciones, que no se sabe cuándo se van a celebrar. Aznar le dijo a Felipe González aquello de “váyase señor González”, y el otro aguantó dos años más. Por aquel tiempo los comentaristas malotes tipo Raúl del Pozo o Pablo Sebastián, le llamaban “Aznarín”. Hoy, “Albertín” le dice lo mismo a Sánchez, que se vaya, pero o mucho me equivoco o lo tenemos aquí, al menos, hasta el final de la legislatura, o sea, dos años más como ocurriera con González. Así que paciencia y sigámonos divirtiendo con los whtatsapps y el striptease del okupa de Moncloa, con los insultos que profiere a quienes lo sostienen en el cargo.

CODA. El actual candidato a la presidencia de los socialistas madrileños y actual ministro de no sé qué, el tal Óscar López, otrora presidente de Paradores Nacionales en los tiempos de COVID, cuando Ábalos organizaba sus orgías, dice no saber nada de aquello. Pues para ser máximo responsable de la cosa, no se enteraba mucho de lo que ocurría en los establecimientos de su manejo, sobre todo tratándose de habitaciones reservadas para un ministro y número dos de su partido…