Comunicación

Virales fantasmas

La Razón
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Uno de los fenómenos que más claramente mostraron la potencia y las posibilidades de internet y los medios digitales interactivos fueron las conocidas como campañas virales, que sin apenas inversión en medios logran una enorme repercusión gracias a los propios consumidores, que las comentan, aplauden y comparten con sus amigos y conocidos. Para conseguirlo, los virales suelen destacar con una creatividad y originalidad que gusta, sorprende y divierte a los que las ven, y que casi siempre se basa en elementos de humor. Se puede decir que los virales fueron los primeros «branded content» que lograban un éxito evidente en la era digital, esos contenidos creados por las marcas y sus agencias que llegan a los consumidores y consiguen ser percibidos de forma atractiva.

Por supuesto, muy pocos virales alcanzan el éxito y la repercusión esperada, pues son los propios consumidores los que deciden si les gustan hasta el punto de que les apetece compartirlos con sus amigos, que es tanto como avalar ese mensaje. También ha habido bastantes casos en los que las agencias, intentando lograr esa viralidad a toda costa, parecen olvidar que el objetivo es transmitir un mensaje publicitario de una marca, y poco vale si los que ven el vídeo no saben, identifican o recuerdan lo que se quiere contar. Vamos, se recuerda el chiste pero no quién lo ha contado ni porqué.

Pero, cuando se acierta, el impacto y el éxito pueden ser enormes. Desde el «Amo a Laura» de MTV a «La otra carta» de Ikea, pasando por el restaurante «Deliciosa calma» de Pavofrío, o los vídeos de autoestima femenina de Dove. Esta misma semana se ha extendido por las redes como un virus imparable (de ahí viene precisamente el nombre) un divertido vídeo de Shackleton para Sony Pictures que juega con el viejísimo recurso de la cámara oculta para ver la reacción de pasajeros del Metro de Madrid ante el paso de un «tren fantasma», que suena como uno real al entrar, parar y salir de la estación.

La respuesta se ve al final del vídeo, cuando suena la conocida canción de «Los Cazafantasmas» acompañando al logotipo de la película en los paneles digitales del metro. Sí, es un divertido viral para el estreno de la nueva película de la saga, y que en pocos días suma más de 700.000 visionados en YouTube, además de compartirse por Facebook y otras redes sociales. El comentario más crítico sobre el vídeo del tren fantasma es que quizá sea mejor que la propia película. Pero ésa es otra cuestión, claro.