Warren Sánchez, el hombre que tiene todas las respuestas, empleará todos sus recursos y todos los camelos de la prensa gubernamental para convencernos de que va a resolver todos nuestros problemas, empezando por la vivienda.

El diario El País editorializó, dramático: «La vivienda no puede esperar más».

¿Lo ha entendido usted bien, señora? Claro que sí. Lo que pasa aquí es que la vivienda es escasa y cara porque ha esperado mucho a que el Gobierno actúe. Esto es lo más importante, a saber, que usted se trague el cuento chino de que si las casas son pocas y caras es porque el socialismo no ha intervenido.

Mentira, claro: el problema es que los socialistas (de todos los partidos) han intervenido, y por eso la vivienda es poca y cara. Las medidas antiliberales a las que se apunta irresponsablemente la izquierda no harán más que agravar el problema –puede verse la «Radiografía del mercado de la vivienda en España» que publica la Universidad de las Hespérides, aquí: https://bit.ly/4kild5l.

El editorialista de El País acomete una labor ímproba para petrificarnos en la fantasía progresista, incluso simulando que critica a Warren, aunque lo elogia: «Hace tiempo que el Gobierno identificó ese problema, pero no ha conseguido ponerle coto». Las absurdas medidas para «ponerle coto» son las favoritas del fascismo de derechas e izquierdas: el control de los precios, las prohibiciones, las limitaciones de los contratos, y la expansión de la vivienda pública, es decir, la que disfrutan pocos y paga el pueblo. Para el progresismo este disparate es acertado, pero hay un malvado que sabotea sus benéficas intenciones: las comunidades autónomas, en manos del PP.

A Warren se le ha ocurrido ponernos casa con el trilerismo fiscal: subo unos impuestos, de verdad, bajo otros, a saber, y entre tanta tinta del calamar, tanta casuística y tanta ingeniería social, a usted, señora, la quieren crujir por su apartamento de la playa.

Hablarán de los «abusos» de los malvados pisos turísticos, el nuevo chivo expiatorio, insistirán en el «mercado salvaje», y alegarán que todo es para conseguir «viviendas asequibles». Pero no se equivoque usted de víctima. Leí en El País, en páginas de información: «El PSOE ha echado toda la carne en el asador para enfrentar el drama de la vivienda en España». Esa carne, señora, es la suya.