Gastronomía vasca

Esta es la tortilla que triunfa en el País Vasco: “Espero no tener que decir que no hay”

Este plato servido en un bar de Bilbao se ha convertido en la mejor tortilla de Euskadi por partida doble

El origen de la tortilla de patatas.
El origen de la tortilla de patatas. Agencia AP

Desde hace unos días, la calle Ajuriaguerra de Bilbao se ha convertido en un lugar de peregrinación para los amantes de la tortilla de patata. Concretamente el número tres, donde se encuentra el bar Txintxirri, es ahora epicentro de colas y comentarios entre curiosos y comensales. ¿La razón? La tortilla que sale de su pequeña cocina ha sido coronada como la mejor de Euskadi. Y no una, sino dos veces: el local ha ganado tanto en la categoría de tortilla tradicional como en la modalidad con ingredientes adicionales.

El campeonato, celebrado recientemente en Donostia, reunió a algunos de los referentes gastronómicos del País Vasco en torno a uno de los platos más populares del recetario nacional. Sin embargo, fue el modesto Txintxirri quien se llevó el protagonismo, demostrando que la excelencia culinaria no necesita grandes espacios ni fuegos artificiales. "Pequeño, incómodo y sentimental", así definen sus responsables el espíritu del bar. Y quizás, esa autenticidad sea uno de los secretos de su éxito.

Una cocina a pleno rendimiento

Andoni Ibarguren, el cocinero tras las tortillas premiadas, admite estar abrumado por la respuesta del público desde que se conoció el fallo del jurado. "El bar es pequeño y la cocina es pequeña entonces tampoco tengo mucha capacidad, de la manera que hacemos las tortillas, de hacer muchas más", confiesa. Si antes preparaban unas 40 o 50 al día, ahora se enfrentan a picos de hasta 70 tortillas. De hecho, han tenido que empezar a regular los pedidos para garantizar calidad y evitar quedarse sin producto a mitad del servicio. “Espero no tener que decir que no hay”, asegura Andoni

Sólo dos, pero infalibles

A diferencia de otros establecimientos que apuestan por una carta extensa de variedades, el Txintxirri ha optado por la simplicidad: sólo ofrece dos tipos de tortilla. No obstante, ambas han resultado ganadoras. “Tengo dos variedades y hemos ganado con las dos”, subraya Ibarguren, quien no esconde su satisfacción por el reconocimiento doble, aunque bromea con que “con las dos txapelas, me dolía la cabeza del peso”.

Una de las claves del éxito, dice, es la honestidad en el plato. No hay secretos de laboratorio ni técnicas de vanguardia. "Buena patata, buenos huevos y, como siempre se dice, la mano", es lo que resume la elaboración de una buena tortilla. También pone en valor el nivel general del concurso, que considera altísimo. "Por eso nos sorprendió ganar en ambas categorías", reconoce.

El impacto mediático y social del premio ha convertido al Txintxirri en una parada obligada, y no sólo para los bilbaínos. Muchos visitantes llegan desde otras zonas del País Vasco y más allá, atraídos por el boca a boca y las redes sociales. Para algunos, probar la tortilla campeona es casi una misión gastronómica.

La tortilla del Txintxirri no sólo ha conquistado paladares, sino también corazones. Su triunfo habla del valor de lo sencillo bien hecho, de la tradición llevada al punto justo y del orgullo de barrio que, a veces, se convierte en fenómeno regional. ¿Hasta cuándo durará el fenómeno? Imposible saberlo. Pero por ahora, en Bilbao, la reina indiscutible del pintxo es redonda, amarilla y se sirve con paciencia.