Caso ERE
Puntilla a Susana Díaz: “Ferraz hará un cortafuegos en Despeñaperros”
Las aspiraciones de la ex presidenta para volver a ser candidata quedan enterradas tras la sentencia. “Necesitamos caras nuevas para una nueva etapa”, apuntan los socialistas
"Es un día muy triste para el PSOE andaluz”, reconocen fuentes del partido, tras conocerse la sentencia de la rama política del caso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) irregulares que ha dado por probada la existencia de una gatera en el Gobierno autonómico por la que se colocaron más de 679 millones de euros en ayudas y que han acogido como “un palo muy gordo”. “Con Manuel Chaves, José Antonio Griñán y el resto -otros 17 ex altos cargos de la Junta- se ha condenado a toda una etapa de gobiernos socialistas al haberse dado por buenas las tesis de la Fiscalía”, admiten otras.
Quien guarda silencio es la ex presidenta andaluza y secretaria general del partido, Susana Díaz, a pesar de que desde la oposición se le ha señalado y de que el que fuera su socio de legislatura, el ahora vicepresidente del Ejecutivo regional, Juan Marín, (Ciudadanos), la ha conminado a "depurar responsabilidades internas" en su formación.
A Díaz, quien siempre se ha desvinculado de la causa agarrándose a que no estaba en la Administración andaluza cuando sucedieron los hechos, sí le afecta el fallo de alguna forma. Griñán, quien ha sido condenado a seis años de cárcel, “la impulsó institucionalmente”, como recuerdan desde el sector crítico, cuando en agosto de 2013 le cedió las bridas de San Telmo, sede la Presidencia de la Junta, tras “empezar a sentir el aliento espeso del proceso de los ERE en la nuca”. Y hay otro nombre del listado de condenados al que estuvo especialmente unido en los inicios de su trayectoria: el del ex consejero de Empleo José Antonio Viera, quien es para muchos “su padrino político”.
La contundente resolución judicial tendrá consecuencias además, de acuerdo a la opinión de las fuentes sondeadas, en sus expectativas de volver a ser la candidata del PSOE-A para recuperar el palacio presidencial. “Si ya lo tenía difícil por su historial de enfrentamientos con el secretario general del partido, Pedro Sánchez”, señalan, “esto ha sido la puntilla”. Creen que desde Ferraz “intentarán colocar un cortafuegos en Despeñaperros” para acotar la repercursión de un fallo que ha sido “duro sin paliativos”.
“Hay que abrir una nueva etapa y contar con otros rostros”, anotan desde el sector crítico, en cierta rebeldía ya por actos de Díaz como el de apartar de la primera línea al que había sido su mano derecha durante años y portavoz de la gestora que se creó tras la dimisión en octubre de 2016 de Sánchez, Mario Jiménez.
Son conscientes de que al PSOE-A le queda “una travesía en el desierto que pasar” hasta que, como confían, “el Tribunal Supremo -al que los condenados recurrirán- recoloque las cosas”. Y también de que a su secretaria general “se le ha complicado incluso la opción de irse a Madrid a un ministerio o similar” tras el varapalo judicial. Quizá volvió a dejar pasar un tren que no regrese.
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